INFLAMMIDE

BOEHRINGER INGELHEIM

Budesonida

Aparato Respiratorio : Broncodilatadores Antiasmáticos
Hormonoterápicos : Corticoesteroides

Composición: Cada aerosol dosificador contiene: Budesonida 200 mcg.
Indicaciones: Control crónico de síntomas y signos del asma bronquial. Control de los síntomas de la rinitis alérgica estacional y perenne de adultos y niños. Control de la rinitis crónica no alérgica del adulto.
Propiedades: Los corticoides inhalados como la budesonida son el tratamiento antiinflamatorio más efectivo para el asma. Estudios han demostrado la eficacia de budesonida para mejorar la función pulmonar, disminuir la hiperreactividad bronquial, reducir los síntomas, reducir la frecuencia de exacerbaciones y para mejorar calidad de vida. Los mecanismos de acción exactos de los corticoides en asma no han sido completamente comprendidos. Los corticoides se unen a al receptor del citosol, los que exhiben cambios estructurales del complejo receptor. El complejo interactúa con sitios de unión específicos en una región específica de los genes target moduladores de la transcripción. Los mecanismos farmacológicos importantes son: interferencia con la unión de IgE, interferencia con el metabolismo del ácido araquidónico y la síntesis de leucotrienos y prostaglandinas; reducción de la filtración microvascular; inhibición de la producción y secreción de citokinas; prevención de la migración directa y activación de células inflamatorias; y aumenta la respuesta a receptores Beta de la musculatura lisa de las vías respiratorias. En pacientes asmáticos, la respuesta alérgica tardía luego de una exposición a antígeno, disminuye marcadamente con un pre-tratamiento de 12 horas con budesonida pero se obtuvo un efecto adicional al extender el tratamiento previo a 1 semana o 1 mes. En contraste al tratamiento previo por 12 horas y por una semana, el pre-tratamiento de un mes disminuyó además la reacción inmediata en forma sustancial. Después de 6 semanas de tratamiento con budesonida inhalada (800 mcg 2 veces al día) redujo en forma similar la reactividad bronquial a histamina, ejercicio y a hiperventilación eucapnica voluntaria de aire seco. Existe mayor efecto de budesonida inhalada sobre la broncoconstricción inducida por aminosin 5'-monofosfato que por el sodio metabisulfito. La budesonida inhalada mejora la función pulmonar y la hiperreactividad bronquial en adultos con diagnóstico reciente de asma tratados por 3 meses y fue más efectiva en aminorar anormalidades del epitelio bronquial y en disminuir la inflamación de las vías aéreas que el tratamiento con beta-agonistas. Farmacocinética: no hay evidencia de que exista metabolismo en el pulmón. La absorción desde el tracto gastrointestinal parece ser completa. Dado el extenso metabolismo de primer paso en el hígado, la disponibilidad sistémica luego de la administración oral es sólo del 11%. Después de la inhalación oral de 500 mcg de budesonida, los niveles plasmáticos reportados son de 2 nmol/l. Los niveles plasmáticos alcanzan el máximo a los 5-10 minutos después de la administración por vía inhalatoria. La afinidad de unión a proteínas plasmáticas, principalmente albúmina y no transcortina, es de 86-90%. El volumen de distribución es grande (301 ± 42 l después de la administración I.V.) y la vida media en plasma es de aproximadamente 2 horas, siendo algo más larga para el epímero L que para el epímero R . La budesonida presenta un clearance sanguíneo alto (Cl = 9.04 l/hr/kg). El metabolismo de la budesonida se ve mínimamente afectado por drogas que inhiben el sistema citocromo P450. En voluntarios se recuperó desde orina 31.8 ± 7.5% de budesonida y desde las fecas 15.1 ± 4.3%. La disponibilidad sistémica de budesonida se puede ver aumentada en pacientes con cirrosis hepática severa o con hipotiroidismo. Budesonida atraviesa la barrera placentaria en ratones, pero no existe información en humanos. No existe información acerca de la concentración de budesonida en leche. El metabolismo es más rápido en niños pequeños . Toxicología: el valor LD50 oral fue > 800 mg/kg p.c. para el ratón y de 400 mg/kg p.c. para ratas machos. Los estudios de inhalación en ratas y perros hasta 12 meses de duración causaron efectos típicos de corticoesteroides a dosis de 0.005 a 0.2 mg/kg p.c., tales como reducción de linfocitos y leucocitos, aumento de neutrófilos, reducción del peso de la glándula adrenal, del timo y del hígado; el sistema pulmonar no fue afectado. Estudios a dosis repetida con otras vías de administración (p.o., s.c.) confirman el espectro de toxicidad citado anteriormente. Los estudios de reproducción en ratas y conejos después de la inhalación o de la administración subcutánea mostraron retardo en el crecimiento intrauterino (s.c. desde 4,3 mcg/kg p.c.), aborto, reducción del tamaño de camada y anormalidades fetales, principalmente malformaciones esqueléticas (s.c. desde 21,6 mcg/kg p.c.). Las malformaciones son conocidos efectos adversos del grupo de los glucocorticoides. Budesonida no mostró efecto mutagénico tanto en el test de Ames (test en bacterias) como en el test de micronúcleo del ratón. En el ratón no se presentaron efectos carcinogénicos a dosis de hasta 200 mcg/kg p.c. al ser administrada la budesonida en forma oral en el agua durante un período de 91 semanas. En un estudio de carcinogenicidad en ratas de 104 semanas de duración, se estableció un aumento en la incidencia de tumores en dosis desde 25 mcg/kg. p.c.. Este efecto fue confirmado como efecto del grupo glucocorticoides al probar 3 corticoides (budesonida, prednisolona y triamsinolona) en ratas machos.
Posología: Adultos y niños mayores de 12 años: la dosis inicial es de 400 a 2400 mcg diarios divididos en 2 a 4 administraciones. La dosis de mantención generalmente es 200 a 400 mcg 2 veces al día, sin embargo pueden ser necesarias dosis mayores (de hasta 1600 mcg) para tratamientos largos en algunos pacientes. La dosis debe ser individualizada de acuerdo al control del asma determinado por la sintomatología, uso de broncodilatadores y especialmente en casos más severos, por el flujo espiratorio máximo. Niños de 6 a 12 años: al comenzar la terapia con Inflammide en niños durante episodios severos de asma y mientras se reduce o se discontinúan los corticoides orales, la dosis debe ser de 200 a 400 mcg diarios, divididos en dos administraciones diarias de 100 a 200 mcg por inhalación. La dosis de mantención es individual y debe ser la dosis más baja posible que mantenga al paciente libre de síntomas. Generalmente dos administraciones diarias son suficientes en pacientes con asma estable. El tratamiento con dosis mayores de Inflammide no debe suspenderse en forma abrupta, sino que se debe reducir en forma gradual, especialmente en pacientes con un cuadro más severo. Los pacientes con terapia concomitante de broncodilatadores inhalados, deben administrar el broncodilatador algunos minutos antes que Inflammide para aumentar la penetración al árbol bronquial y para minimizar los efectos adversos como tos. A dosis superiores de 800 mcg se recomienda el uso de un espaciador con el fin de reducir la absorción sistémica y mejorar el depósito en el pulmón de la droga. Dosis para uso nasal: para su administración por vía nasal, debe removerse el envase del inhalador e insertar el adaptador nasal adjunto en el envase. La dosis de mantención recomendada para adultos y niños mayores de 6 años es de 1 puff por cada fosa nasal en la mañana. En caso necesario puede agregarse 1 puff en cada fosa nasal en la tarde, o dos puff matinales en cada fosa nasal, hasta el control de los síntomas, para luego continuar con la dosis de mantención. Aunque puede apreciarse un alivio de los síntomas nasales al cabo de 24 horas, generalmente se requiere de 3 a 7 días para apreciar el máximo beneficio. La dosis de mantención es individual y debe ser la menor dosis posible que mantenga al paciente libre de síntomas, por lo general es suficiente un solo puff por fosa nasal al día. Si no se ha logrado beneficios a las 3 semanas de tratamiento, o bien la condición empeora, el paciente debe contactar inmediatamente a su médico. En el caso de la necesidad de inhalaciones simultáneas vía nasal y oral de Inflammide 200, la cantidad total de droga inhalada no debe exceder los 1600 mcg al día (8 puff).
Efectos Colaterales: No se han reportado mayores efectos secundarios como consecuencia del uso de budesonida. Los efectos secundarios más reportados corresponden a irritación de la garganta, tos y afonía reversible. Estos síntomas pueden ser mejorados al utilizar un espaciador. Con menor frecuencia se ha reportado mal sabor en la garganta. Puede ocurrir candidiasis en la garganta, particularmente en aquellos pacientes con terapia concomitante con antibióticos o corticoides orales, los que responden en la mayoría de los casos a tratamiento antifúngico sin la necesidad de discontinuar el tratamiento con Inflammide. El uso del espaciador que reduce el depósito orofaríngeo o el enjuague minucioso de la boca después de cada inhalación debiera reducir su incidencia. Las infecciones fúngicas aparentemente aparecen en menor frecuencia al utilizar dosis administradas 2 veces al día. Puede ocurrir broncoconstricción paradójica. Se ha demostrado que los efectos sistémicos de corticoesteroides son dosis dependientes. Cefalea y náuseas son reportados en forma muy poco frecuente. Otros efectos adversos reportados en ocasiones durante el tratamiento con budesonida son somnolencia, sed y diarrea. Las reacciones cutáneas (urticaria, rash, dermatitis, etc.) pueden ocurrir en raras oportunidades asociadas a tratamientos locales con corticoesteroides. Síntomas psiquiátricos como nerviosismo, inquietud y depresión han sido observados con budesonida al igual que con otros corticoesteroides. Infiltrados eosinofílicos en pulmones también han sido reportados.
Contraindicaciones: Inflammide no debe ser administrado a pacientes con hipersensibilidad a budesonida o a alguno de los excipientes del aerosol. No debe ser administrado a pacientes con bronquiectasia moderada a severa.
Precauciones: Es muy importante instruir al paciente que los corticoides inhalados son agentes preventivos para el control de la inflamación de las vías aéreas con lento inicio de acción y que deben ser tomados regularmente aun en pacientes asintomáticos. Los corticoides inhalados tienen sólo un mínimo efecto broncodilatador y no deben ser usados como tratamiento primario para crisis de asma. Las exacerbaciones agudas acompañadas de aumento de la viscosidad del moco pueden requerir de tratamiento complementario con un corticoide oral. Al cambiar un corticoide de administración oral por Inflammide se debe considerar lo siguiente: estos pacientes pueden presentar supresión adrenocortical. La discontinuación gradual del esteroide sistémico se alcanza alrededor de 10 días de terapia combinada oral e inhalatoria. Una discontinuación demasiado rápida puede llevar a un deterioro del control del asma. Una vez completada la eliminación de la terapia sistémica, la restauración de la función del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal puede durar algunos meses. Durante este período, los pacientes pueden presentar insuficiencia adrenal consecuencia de traumas, cirugía, infecciones u otras condiciones de stress físico. En estos casos y de presentarse un ataque de asma aguda, la terapia sistémica con corticoides debe reanudarse en forma inmediata. Debido al efecto disminuido de la terapia sistémica, algunos pacientes pueden evidenciar aumento de la sintomatología de otras alteraciones alérgicas como rinitis y eczema. Los pacientes pueden presentar además somnolencia, cefalea, dolor articular y muscular, laxitud, depresión, y ocasionalmente, náuseas y vómitos. Puede ser necesario reanudar la terapia sistémica con esteroides para el tratamiento de estos síntomas. Los glucocorticoides pueden enmascarar los síntomas de infección. Se recomienda precaución en infecciones virales como varicela y en infecciones fúngicas y bacterianas no tratadas del tracto respiratorio. En estos casos se recomienda iniciar rápidamente una terapia antibacteriana y evaluar cuidadosamente la relación riesgo/beneficio de la administración de corticoides inhalados. El efecto sobre la tuberculosis quística es desconocido. Exacerbaciones de asma producidas por infecciones bacterianas generalmente son controladas con una terapia antibacteriana adecuada y posiblemente por medio del aumento de la dosis de Inflammide. Se recomienda precaución en el uso de ácido acetilsalicílico en combinación a corticoides en pacientes con hipotrombinemia. Los pacientes deben ser advertidos de la necesidad de informar a su médico del uso previo de corticoides. Embarazo y lactancia: en animales preñados, budesonida produce anormalidades en los fetos en desarrollo. La relevancia de esto en humanos es incierta, sin embargo su administración durante el embarazo debe ser evitada a menos que existan razones convincentes para su uso. En estudios en animales, se demostró que budesonida atraviesa la barrera placentaria. Recién nacidos de madres que han estado con corticoesteroides deben ser observados para determinar un potencial cuadro de hipoadrenalismo. Los corticoides son excretados por la leche materna. A pesar de que no se ha demostrado un comportamiento similar para budesonida, es muy probable que se comporte de igual forma por lo que se recomienda una evaluación del riesgo/beneficio antes de administrar el producto a madres en lactancia.
Interacciones Medicamentosas: La eficacia y los efectos adversos pueden ser aumentados por la terapia concomitante con corticoides parenterales u orales.
Sobredosificación: La sobredosificación ocasional no presentará síntomas obvios en la mayoría de los casos, pero disminuirá los niveles séricos de cortisol. La sobredosificación habitual puede producir hiperadrenalismo y la supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. La disminución de la dosis o la discontinuación del tratamiento revertirán los síntomas, sin embargo la restitución del eje puede ser un proceso lento y en períodos de notorio stress físico (infecciones severas, trauma, cirugía, etc.) es recomendable suplementar con corticoides sistémicos.
Presentaciones: Envase conteniendo 15 ml.