DAONIL

AVENTIS PHARMA

Glibenclamida

Metabolismo : Hipoglicemiantes Antidiabéticos

Composición: Cada comprimido de Daonil contiene: Glibenclamida 5 mg.
Acción Terapéutica: Hipoglicemiante.
Indicaciones: Diabetes mellitus no insulinodependiente (tipo II), cuando el nivel de azúcar en la sangre no pueda controlarse suficientemente recurriendo sólo a la dieta, ejercicio físico y reducción de peso.
Posología: Por regla general, la dosificación de Daonil se establecerá en función del nivel glicémico deseado. Se debe optar por la dosificación de Daonil mínima más eficaz. El tratamiento con Daonil debe iniciarse y controlarse por un médico. El paciente debe tomar el Daonil en la dosis y en los momentos que prescriba el médico. Los errores, como por ejemplo: olvidar de tomar una dosis, no deben nunca corregirse tomando después una dosis mayor. Las medidas adecuadas a tomar en tales casos (especialmente la omisión de una toma o de una comida), así como en el de la imposibilidad de tomar el medicamento en el momento prescrito, deben tratarse y acordarse previamente entre el médico y el paciente. Si se advierte la toma de una dosis excesiva o adicional de Daonil, deberá avisarse al médico inmediatamente. Dosis inicial y adaptación: el tratamiento se inicia normalmente con ½ a 1 comprimido de Daonil 1 vez por día. Se recomienda comenzar la medicación con la menor dosis posible. Esto se refiere sobre todo a pacientes con especial tendencia a la hipoglicemia (disminución excesiva de glucosa en sangre), o cuyo peso sea inferior a 50 kg. Siendo necesario, la dosis diaria puede aumentarse. Con la ayuda de un control regular del nivel hemático de glucosa, se recomienda que el aumento de la dosis sea gradual, es decir, en incrementos no mayores de ½ comprimido y en intervalos de 1 ó 2 semanas. Dosificación en pacientes con diabetes bien controlada: dosis máxima; la dosis usual única es de ½ a 2 comprimidos de Daonil. No debe sobrepasarse la dosis única de 2 comprimidos. Las dosis mayores deberán repartirse entre un mínimo de 2 tomas únicas. La dosis usual diaria es de 1 a 2 comprimidos de Daonil. Se recomienda no sobrepasar la dosis diaria de 3 comprimidos, ya que dosis mayores de hasta 4 comprimidos solamente se muestran más efectivas en casos excepcionales. Distribución de la dosis: la decisión sobre el momento de tomar el medicamento y la distribución de las dosis únicas debe tomarla el médico en cada caso, considerando el modo de vida actual del paciente. Normalmente, es suficiente la administración única diaria de Daonil. Se recomienda tomar dosis de hasta 2 comprimidos antes de un desayuno sustancial o de la primera comida principal; y el resto de la dosis total, antes de la cena. En ningún caso deberán suprimirse comidas después de haber tomado los comprimidos. Ajuste de la dosis: la cantidad necesaria de glibenclamida puede disminuir durante la terapia. Por ello, para evitar hipoglicemias, deberá considerarse a tiempo la posible reducción de la dosis o la interrupción de la medicación con Daonil. También deberá considerarse la posibilidad de corregir la dosificación siempre que: el peso del paciente sufra algún cambio, o se produzca algún cambio en el modo de vida del paciente, o que influyan otras circunstancias que pudieran favorecer una mayor tendencia a sufrir hipoglicemia o hiperglicemia (ver Precauciones). Duración del tratamiento: el tratamiento con Daonil implica normalmente una terapia prolongada. Sustitución de otros antidiabéticos orales por Daonil: no existe ninguna relación posológica exacta entre el Daonil y otros antidiabéticos orales. En caso de sustitución de otros antidiabéticos orales (medicamentos depresores del nivel de glucosa en sangre, que pueden tomarse por vía oral) por Daonil, se recomienda proceder como en la dosis inicial y comenzar con dosis diarias de ½ o hasta 1 comprimido. Esto también es válido para el caso en que la sustitución se lleve a cabo cuando el paciente está recibiendo el otro antidiabético oral en su dosis máxima. Siempre deberá tomarse en consideración la intensidad y duración de la acción de antidiabético con el que el paciente ha sido previamente tratado. Para evitar la suma o acumulación de efectos con riesgo de hipoglicemia puede ser necesaria la introducción de una pausa en la terapia. Administración: los comprimidos de Daonil deben ingerirse enteros, sin masticar y con suficiente cantidad de líquido (por ej.: con aproximadamente ½ a 1 vaso de agua).
Efectos Colaterales: Hipoglicemia: como consecuencia de la acción depresora del Daonil sobre el nivel de glucosa en sangre puede producirse una hipoglicemia (disminución excesiva del azúcar en sangre), a veces prolongada e incluso susceptible de amenazar la vida del paciente. Los posibles síntomas de hipoglicemia son por ejemplo cefalea, fuerte sensación de hambre, náuseas, vómitos, lasitud, somnolencia, trastornos del sueño, agitación, agresividad, falta de concentración, disminución de la capacidad de reacción, depresión, confusión, dificultad o incapacidad para hablar, visión defectuosa, temblores, parálisis, trastornos sensoriales (de la sensibilidad), mareos, desamparo, pérdida del autocontrol, delirio, convulsiones cerebrales, pérdida del conocimiento hasta coma; respiración superficial y pulso lento (bradicardia). También pueden presentarse signos de reacción adrenérgica contraria, como por ejemplo, sudoración, piel fría y húmeda, ansiedad acelerado (taquicardia), hipertensión, palpitaciones, opresión torácica (angina de pecho) y arritmias cardíacas. El cuadro clínico de una hipoglicemia grave puede parecerse al de un ataque de apoplejía. Casi siempre, los síntomas desaparecen al cesar el estado de hipoglicemia. Vista: especialmente al principio del tratamiento, y como consecuencia de una alteración del nivel de glucosa en sangre, pueden producirse trastornos pasajeros de la visión. Tracto digestivo: ocasionalmente pueden presentarse trastornos gastrointestinales, como por ejemplo náuseas, vómitos, pesadez de estómago, sensación de plenitud en la región del epigastrio, dolores abdominales y diarrea, que a menudo remiten aunque continúe el tratamiento con Daonil y casi nunca obligan a suspenderlo. En casos aislados puede producirse una elevación de las enzimas hepáticas e incluso trastornos hepáticos como por ejemplo, secreción insuficiente de pigmento biliar (colestasis), ictericia y hepatitis, que pueden remitir al suprimir Daonil, pero que también pueden conducir a una falla hepática con amenaza para la vida del paciente. Cuadro hemático: con Daonil pueden presentarse, bajo ciertas circunstancias con amenaza para la vida del paciente, alteraciones del cuadro hemático. Estas alteraciones incluyen raramente, una trombocitopenia de leve a pronunciada (que se presenta por ej.: como púrpura) y, en casos aislados, anemia hemolítica, eritrocitopenia, leucopenia, granulocitopenia, agranulocitosis, pancitopenia (por ej.: por mielosupresión). Estas reacciones son en principio reversibles al suprimir el Daonil. Otros efectos secundarios: ocasionalmente pueden aparecer de tipo alérgico o pseudoalérgicos, por ejemplo, en forma de prurito o erupción cutánea. En casos aislados, ciertas reacciones leves en forma de urticaria pueden evolucionar a fuertes reacciones, incluso con amenaza para la vida del paciente, acompañadas de disnea y descenso de la presión sanguínea hasta el colapso circulatorio (shock). Por ello, si aparece una urticaria, deberá recurrirse inmediatamente al médico. Las reacciones de hipersensibilidad pueden estar dirigidas tanto a la glibenclamida misma como contra alguno de sus excipientes. La reacción alérgica frente a la glibenclamida puede tener también como causa una alergia a los derivados de sulfonamidas en general. En algunos casos puede producirse una vasculitis alérgica (inflamación de los vasos sanguíneos), que puede amenazar la vida. En otros casos puede presentarse una hipersensibilidad cutánea a la luz y también en casos aislados puede disminuir la concentración de sodio en suero. Consultar al médico si se nota algún efecto secundario. Especialmente al principio del tratamiento, o si hay algún cambio en el mismo, o el Daonil se administra de forma irregular, la capacidad de reacción puede disminuir a consecuencia de una hipoglicemia o una hiperglicemia. Esto puede afectar a la capacidad de participación activa en el tráfico o en el manejo de máquinas.
Contraindicaciones: El Daonil no debe administrarse, en caso de pacientes con diabetes mellitus insulinodependiente (tipo I); como tratamiento de la cetoacidosis diabética, como tratamiento del precoma o coma diabético, en caso de pacientes con insuficiencia renal grave, en caso de pacientes con insuficiencia hepática grave, en caso de pacientes hipersensibles a la glibenclamida o a alguno de los excipientes del medicamento (véase Composición); durante el embarazo; durante la lactancia.
Advertencias: En algunos países, la glibenclamida se suministra en otras formas galénicas. En estos casos, el paciente deberá consultar al médico antes de aceptar este cambio de formulación.
Precauciones: Para que el tratamiento con Daonil consiga su objetivo -el control óptimo de azúcar en sangre- son necesarios una dieta adecuada, ejercicio físico regular y suficiente y, en su caso, una reducción del peso corporal así como la administración regular del Daonil. Los síntomas clínicos de la hiperglicemia son: micción frecuente, sed intensa, sequedad de boca y piel seca. Durante el tratamiento con Daonil deben medirse regularmente los niveles de glucosa en sangre y en orina. Es también recomendable determinar con regularidad la proporción de hemoglobina glicosilada. Al comenzar el tratamiento, debe informarse al paciente sobre los efectos y riesgos del Daonil y sobre su interacción con las medidas dietéticas y el ejercicio físico, así como de la necesidad de su colaboración. Como en todo tratamiento con fármacos reductores del nivel hemático de la glucosa, tanto el médico como el paciente deben temer al riesgo hipoglicémico (descenso excesivo del nivel de azúcar en sangre). Entre otros, los siguientes factores favorecen la hipoglicemia: poca disposición (frecuente en las personas de edad avanzada), o incapacidad del paciente para colaborar; desnutrición, alimentación irregular o insuficiente; alteraciones en la dieta o esfuerzos físicos no acostumbrados; consumo de alcohol, especialmente en combinación con la supresión de algunas comidas; insuficiencia renal; trastornos hepáticos graves; sobredosificación de Daonil; trastornos no compensados del sistema endocrino que afectan al metabolismo de los hidratos de carbono o a la contrarregulación hipoglicémica como por ejemplo en ciertos trastornos de la glándula tiroides, y en la insuficiencia adrenocortical o del lóbulo anterior de la hipófisis; administración simultánea con determinados medicamentos (ver Interacciones Medicamentosas). El paciente debe informar al médico sobre estas circunstancias así como también sobre las reacciones hipoglicémicas, puesto que pueden indicar la necesidad de una especial vigilancia del enfermo. Si fuese necesario, la dosificación del Daonil o el tratamiento completo deben adaptarse a las nuevas condiciones. Lo mismo debe aplicarse en el caso de que se presente alguna enfermedad durante el tratamiento o el paciente cambie su modo de vida. Los síntomas de hipoglicemia (descenso excesivo del azúcar en sangre) que reflejan la reacción adrenérgica contraria del organismo (ver Efectos Colaterales) pueden ser menos intensos o nulos cuando la hipoglicemia evoluciona lentamente, cuando existe una neuropatía autónoma (deterioro de una parte del sistema nervioso), o en el caso de que el paciente reciba un tratamiento simultáneo con betabloqueadores, clonidina, reserpina, guanetidina y otros fármacos de acción simpaticolítica. Una hipoglicemia casi siempre puede controlarse rápidamente cuando el paciente toma inmediatamente hidratos de carbono (glucosa o azúcar, por ej.: en terrones de azúcar, jugos de frutas o té azucarados). Para ello, el paciente debe llevar siempre consigo un mínimo de 20 g de glucosa. Para evitar complicaciones, puede ser necesario el auxilio de otras personas. Con edulcorantes artificiales no puede controlarse la hipoglicemia. Aunque inicialmente las contramedidas den resultados positivos, puede presentarse de nuevo una hipoglicemia (descenso excesivo del nivel de azúcar en sangre), por lo que el paciente deberá permanecer bajo atenta vigilancia. La hipoglicemia grave o prolongada, que sólo puede controlarse provisionalmente administrando cantidades usuales de azúcar, requiere además una inmediata atención médica y eventualmente el tratamiento y la observación subsiguiente en el hospital. Si el paciente es atendido por otro médico (por ej.: durante su estancia en un hospital, después de un accidente o por enfermedad en el lugar donde pasa las vacaciones) deberá informar al médico sobre su diabetes y el tratamiento recibido. En situaciones de estrés excepcionales (por ej.: por lesiones, intervenciones quirúrgicas o infecciones acompañadas de fiebre) puede descontrolarse el nivel de glucosa en sangre, lo cual puede hacer necesario un cambio provisional a insulina para mantener un buen control metabólico. Las personas alérgicas a otros derivados de las sulfonamidas pueden manifestar también reacciones alérgicas a la glibenclamida. Embarazo y lactancia: Daonil no debe administrarse durante el embarazo. La paciente debe sustituir el preparado por insulina. Las pacientes que prevean un embarazo deben informar de ello a su médico. Dichas pacientes debieran cambiar a insulina. Para evitar la posible ingestión con la leche materna, las mujeres lactantes no deben tomar Daonil. En caso necesario, la paciente deberá cambiar a insulina o suspender la lactancia.
Interacciones Medicamentosas: Cuando durante el tratamiento con Daonil se toman otros medicamentos determinados, o estos otros fármacos dejan de ejercer su efecto, el nivel de glucosa en sangre puede sufrir alteraciones. Puede producirse un mayor descenso del nivel glicémico y, con ello, eventualmente una hipoglicemia (descenso excesivo del nivel de azúcar en sangre), bajo los efectos de por ejemplo la insulina y otros antidiabéticos (orales, inhibidores ECA, anabolizantes y hormonas sexuales masculinas, azapropazona, quinolonas, cloranfenicol, derivados de la cumarina, ciclofosfamida, disopiramida, fenfluramina, feniramidol, fibraten, fluoxetina, ifosfamida, inhibidores MAO, miconazol, oxifenobutazona, ácido para aminosalicílico pentoxifilina (en alta dosis parenteral), fenilbutazona, probenecid, salicilatos, sulfinpirazona, sulfamidas, agentes simpaticolíticos (como por ej.: betabloqueadores y guanetidina), tetraciclinas, tritocualina y trofosfamida. Una disminución de la acción depresora del nivel de glucosa en sangre y el consiguiente aumento de dicho nivel puede ocurrir bajo los efectos de por ejemplo la acetazolamida, barbitúricos, diazóxido, diuréticos, epinefrina (adrenalina) y otros simpaticomiméticos, glucagón, corticosteroides, laxantes (en administración prolongada), ácido nicotínico (en altas dosis), estrógenos y gestágenos, fenotiazinas, hormonas tiroideas y rifampicina. Las antagonistas H2, la clonidina y la reserpina pueden dar lugar tanto a un aumento como a una disminución del descenso de la glucosa en sangre. Bajo la influencia de fármacos simpaticolíticos, como por ejemplo beta-bloqueadores, clonidina, guanetidina y reserpina, los síntomas de la reacción adrenérgica a la hipoglicemia pueden estar atenuados o ausentes.Tanto la ingestión de alcohol por una vez como por repetidas veces (aguda y crónica), pueden aumentar o debilitar de forma imprevisible la acción depresora de la glibenclamida sobre el nivel glicémico. La glibenclamida puede aumentar y también debilitar la acción de los derivados de la cumarina.
Observaciones: Mantener este medicamento fuera del alcance de los niños. Mayor información científica a disposición del cuerpo médico.
Presentaciones: Envases conteniendo 30 y 60 comprimidos.