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Composición:
Comprimidos 0.5 mg: cada comprimido birranurado contiene: Clonazepam 0.5 mg. Comprimidos 2 mg: cada comprimido birranurado contiene: Clonazepam 2 mg. Inyectable: cada ampolla de 1 ml contiene: Clonazepam 1 mg. Gotas: cada ml de solución, para gotas contiene: Clonazepam 2.5 mg (1 ml = 24 gotas, 1 gota = 0.1 mg).
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Indicaciones:
Por su calidad de benzodiazepina de alta potencia, las principales indicaciones de Ravotril en la actualidad son el tratamiento de trastornos de ansiedad severa tales como: tratamiento de las crisis de pánico, tratamiento de los trastornos de pánico con o sin agorafobia. Otros cuadros de ansiedad severa (fobia social) o ansiedad asociada a trastornos afectivos. Ravotril está indicado como fármaco de primera línea en las ausencias típicas (petit mal), las ausencias atípicas (síndrome de Lennox-Gastaut). Como fármaco de segunda línea en los espasmos infantiles y de tercera línea en las convulsiones tónico clónicas (grand mal) y convulsiones parciales simples y complejas.
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Propiedades:
Ravotril (clonazepam) es una benzodiazepina de potente acción ansiolítica y anticonvulsivante. Tiene marcada afinidad por el receptor benzodiazepínico y una vida media prolongada de 20 horas. El clonazepam posee todos los efectos farmacológicos característicos de las benzodiazepinas: anticonvulsivante, sedante, miorrelajante y efecto ansiolítico. Como con las restantes benzodiazepinas se estima que tales efectos se deben fundamentalmente a su acción sinérgica con la acción inhibitoria del GABA en las neuronas del SNC. Los estudios realizados en animales muestran también un efecto del clonazepam sobre la serotonina (efecto serotoninérgico leve). De acuerdo con los datos obtenidos en animales y los estudios electroencefalográficos en ser humano, el clonazepam disminuye rápidamente muchos tipos de actividad paroxística: descarga de puntas y ondas en las crisis de ausencia típicas (petit mal), ondas y puntas lentas, ondas y puntas generalizadas, punta de localización temporal así como ondas y puntas irregulares. De acuerdo con estos resultados el clonazepam ejerce efectos favorables tanto en las epilepsias generalizadas como en epilepsias focales.También, numerosos estudios clínicos han mostrado una marcada eficacia de clonazepam en el tratamiento de trastornos de ansiedad severos, tales como: crisis de pánico, trastorno de pánico, con o sin agorafobia; agorafobia con o sin trastorno de pánico y en menor grado en la fobia social y estress post-traumático. Farmacocinética: el ravotril se absorbe en forma rápida y total alcanzando concentraciones plasmáticas máximas al cabo de 1-4 horas de su ingestión. Su biodisponibilidad vía oral es del 90%. Tiene un volumen de 3 l/kg y fijación a proteína de un 85%. Es metabolizado vía hidroxilación oxidativa y reducción del grupo 7-nitro, conformación de compuestos 7-acetilamino que pueden conjugarse a otros metabolitos inactivos. Se elimina metabolizado por vía renal. Su vida media de eliminación al primer grupo de metabolitos inactivos es de 20 horas y tiene además una vida media de eliminación de hasta 60 horas en las fases tardías de su metabolismo.
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Posología:
Según indicación médica. La posología es esencialmente individual, según la respuesta clinica y la tolerabilidad. Para prevenir efectos secundarios del comienzo del tratamiento es importante iniciar con dosis bajas y aumentar progresivamente la dosis diaria hasta alcanzar la dosis de mantenimiento necesaria para el paciente.Tratamiento de crisis de pánico, trastornos de pánico y ansiedad severa crónica: iniciar con dosis orales de 0.5 mg/día y aumentar hasta obtener respuesta satisfactoria, usualmente en 2 a 3 semanas, a una dosis de mantención de 1.5 a 4 mg diarios. Se recomienda repartir la dosis diaria en 2 tomas. En el tratamiento de los síndromes epilépticos: normalmente vía oral en lactantes y niños pequeños de hasta 10 años las dois inicial es de 0.01-0.03 mg/kg/día. Para niños mayores de 10 años (o con peso mayor de 30 kgs) y adultos, comenzar con 1-2 mg diarios divididos en 3 dosis. La dosis de mantención para lactantes y niños de hasta 10 años ( o con 30 kg de peso) es de 0.05 a 0.1 mg/kg/día. Para niños de 10-16 años la dosis es de 1.5 a 3 mg diarios y para los adultos es de 2-4 mg diarios. Cuando se haya pasado a la dosis de mantención, puede tomarse toda la dosis diaria de 1 vez por la noche. Si se requieren varias tomas diarias, la dosis mayor se toma al acostarse. La administración parenteral se utiliza en el estado de mal epiléptico: Lactantes y niños: ½ ampolla I.V. lenta. Adultos: 1 ampolla I.V. lenta; según necesidad, repetir estas dosis vías I.V., I.M. o perfusión I.V. lenta. La administración I.V. se utiliza para el tratamiento del estado epiléptico. Lactantes y niños: ½ ampolla (0.5 mg) en inyección I.V. lenta o infusión I.V. Adultos: 1 ampolla inyección lenta vía I.V. Si es necesario, puede repetirse esta dosis (1-4 mg suelen ser suficientes para anular el estado epiléptico). En los adultos, la velocidad de inyección no debe superar los 0.25-0.5 mg (0.5-1.0 ml de la solución preparada) por minuto; en total, la dosis administrada no debe superar los 10 mg. Inyección I.V. lenta: la solución de la ampolla con 1mg de principio activo sólo puede utilizarse tras la adición de 1ml de diluyente, con el fin de evitar la irritación venosa local. La solución inyectable debe prepararse inmediatamente antes de su utilización. La inyección I.V. debe administrarse lentamente, y siempre con supervisión contínua del EEG, la respiración y la tensión arterial. Infusión I.V.: Ravotril (sólo la ampolla con el principio activo) puede diluirse para infusión I.V. a razón de 1 ampolla (1mg) en 85 ml como mínimo de una de las siguientes soluciones: solución salina al 0.9%, solución glucosalina (cloruro sódico al 0.45% + glucosa al 2.5%), solución glucosada al 5% y solución glucosada al 10%. Estas mezclas permanecen estables a temperatura ambiente durante 24 horas. El principio activo puede absorberse parcialmente al PVC, por lo que se recomienda utilizar recipientes de vidrio; si se usan bolsas de PVC, la mezcla debe infundirse inmediatamente (en un plazo de 4 horas) y de forma rápida, de modo que el tiempo de infusión no sobrepase las 8 horas. Nunca debe diluirse Ravotril en una solución de bicarbonato sódico, pues podría precipitar. Administración I.M.: la vía I.M. debe reservarse para casos excepcionales o cuando la vía I.V. resulte impracticable; el Tmax por vía I.M. es de 3 horas. Pautas posológicas especiales: Ravotril puede administrarse simultáneamente con otros, 1 o más, fármacos antiepilépticos, en cuyo caso habrá que ajustar la dosis de cada fármaco para conseguir el efecto deseado. El tratamiento con Ravotril, como con cualquier otro antiepiléptico, no debe suspenderse de forma brusca, sino que ha de retirarse de forma gradual.
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Efectos Colaterales:
Los siguientes efectos secundarios son relativamente frecuentes: cansancio, somnolencia, astenia, hipotonía muscular, debilidad muscular, mareo, obnubilación, ataxia y lentitud de reflejos. Estos efectos suelen ser pasajeros y generalmente desaparecen sin necesidad de interrumpir el tratamiento, ya sea de forma espontánea o tras reducir la dosis. Pueden prevenirse en parte aumentando de forma paulatina la dosis al comienzo del tratamiento. También se han descrito disminución de la capacidad de concentración, inquietud, confusión y desorientación. Se ha descrito amnesia anterógrada con la administración de benzodiazepinas en dosis terapéuticas, y el riesgo de este efecto secundario aumenta conforme lo hace la dosis. Los efectos amnésicos pueden asociarse a conductas inadecuadas. En algunas formas de epilepsia puede producirse un aumento de la frecuencia de las crisis comiciales durante el tratamiento a largo plazo. Puede aparecer depresión en los pacientes tratados con Ravotril, aunque en ocasiones está asociada a la enfermedad subyacente. Se han observado las siguientes reacciones paradójicas: excitabilidad, irritabilidad, conducta agresiva, agitación, nerviosismo, hostilidad, ansiedad, trastornos del sueño, pesadillas. Efectos secundarios infrecuentes: urticaria, prurito, exantema, alopecia pasajera, alteraciones de la pgimentación, náuseas, molestias epigástricas, cefalea, trombocitopenia, disminución de la libido, impotencia, incontinencia urinaria. Se han descrito asimismo casos aislados de pubertad precoz incompleta en niños de ambos sexos. Con las benzodiazepinas se han descrito reacciones alérgicas y algunos casos de anafilaxis. Es posible, sobre todo cuando el tratamiento se prolonga durante largo tiempo o se utilizan dosis elevadas, que aparezcan diversos trastornos reversibles, como disartria, ataxia o trastornos de la vista (diplopía, nistagmo). Puede producirse también depresión respiratoria, sobre todo si el clonazepam se administra por vía I.V. El riesgo de depresión respiratoria es mayor en pacientes con obstrucción de las vías respiratorias o daño cerebral previo, así como cuando se administran a la vez otros fármacos depresores del centro respiratorio. Por lo general, esta reacción adversa puede evitarse mediante un cuidadoso ajuste individual de la dosis. En los lactantes y niños pequeños, Ravotril puede dar lugar a hipersalivación e hipersecreción bronquial, por lo que han de extremarse las precauciones para mantener la permeabilidad de las vías respiratorias. Para la administración I.V. es preciso elegir una vena de grosor suficiente y efectuar la inyección muy lentamente, con supervisión continua de la respiración y la presión arterial. En los adultos, la velocidad de inyección no debe superar los 0.25-0.5 mg/min. (0.5-1.0ml/min. (de solución preparada). Si la inyección es demasiado rápida o el grosor de la vena insuficiente, existe riesgo de tromboflebitis y flebotrombosis. Todo tratamiento con benzodiazepinas puede dar lugar a la aparición de dependencia física o psíquica. El riesgo de dependencia, que aumenta en relación directa con la dosis y la duración del tratamiento, es especialmente elevado en los pacientes con antecedentes de alcoholismo o drogadicción. Una vez desarrollada la dependencia al medicamento, la suspensión brusca del tratamiento puede acompañarse de síntomas de abstinencia. Durante el tratamiento a largo plazo, los síntomas de abstinencia pueden presentarse después de un prolongado período de uso, sobre todo con dosis elevadas o si la dosis diaria se disminuye o se suspende de forma brusca. Los síntomas más frecuentes son temblor, sudoración, agitación, trastornos del sueño, ansiedad, cefalea, mialgias, inquietud, confusión, irritabilidad y convulsiones epilépticas, que pueden estar relacionados con la enfermedad subyacente. En los casos más graves pueden presentarse los siguientes síntomas: desrealización, despersonalización, hiperacusia, entumecimiento y hormigueo de extremidades, alucinaciones, e hipersensibilidad a la luz, el ruido o el contacto físico. Dado que el riesgo de síntomas de abstinencia es mayor cuando el tratamiento se retira de forma brusca, debe evitarse la suspensión brusca del fármaco -incluso aunque el tratamiento haya sido de breve duración-, que se retirará siempre mediante reducción gradual de la dosis. Efectos sobre la capacidad de conducir automóviles y manejar maquinaria: incluso administrado en la forma indicada, el clonazepam puede enlentecer los reflejos en grado tal, que la capacidad de conducir vehículos o manejar maquinaria queda seriamente afectada. Este efecto se potencia si el paciente ha ingerido además alcohol. Así pues, conviene evitar la conducción de vehículos, el manejo de maquinaria u otras actividades peligrosas durante el tratamiento con Ravotril, al menos durante los primeros días. La decisión última corresponde al médico, teniendo en cuenta la dosis administrada y la respuesta al tratamiento del paciente.
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Contraindicaciones:
Ravotril está contraindicado en los pacientes con antecedentes de alergia al clonazepam o a cualquiera de los excipientes, hepatopatía grave o insuficiencia respiratoria grave. Las ampollas de Ravotril contienen alcohol bencílico. Dado que se han descrito casos de déficit neuropsiquiátrico permanente e insuficiencia multiorgánica en relación con el alcohol bencílico, no se recomienda administrar Ravotril a los recién nacidos, especialmente a los prematuros.
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Precauciones:
Ravotril ha de utilizarse con especial precaución en las siguientes situaciones: ataxia medular, ataxia cerebelosa, alcoholismo agudo, intoxicación aguda por drogas, insuficiencia hepática grave (por ej.: cirrosis hepática). Las benzodiazepinas deben utilizarse con gran precaución en los pacientes con antecedentes de alcoholismo o drogadicción. En los lactantes, Ravotril puede provocar hipersalivación e hipersecreción bronquial. En este grupo de pacientes, pues, es preciso prestar especial atención al mantenimiento de las vías respiratorias. La dosis de Ravotril debe ajustarse individualmente con especial cuidado en los pacientes con neumopatías (por ej.: enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o hepatopatías, así como en quienes estén recibiendo antiepilépticos u otros fármacos de acción central. Como todos los fármacos del mismo tipo, Ravotril puede afectar a la capacidad de reacción de los pacientes (por ej.: aptitud para conducir, comportamiento en el tráfico rodado), según el uso, la dosis y el grado de sensibilidad individual. Al igual que sucede con todos los anticonvulsivantes, nunca debe suspenderse de forma brusca el tratamiento con Ravotril en los pacientes epilépticos, ya que ello podría provocar la aparición de un estado epiléptico. Si el médico considera necesario reducir la dosis o suspender el medicamento, debe hacerlo en forma paulatina. Para la administración por vía I.V. es preciso seleccionar una vena de grosor suficiente e inyectar el medicamento muy lentamente, con supervisión continua de la respiración y la tensión arterial. Si la inyección es demasiado rápida o el grosor de la vena insuficiente, existe riesgo de tromboflebitis y flebotrombosis. Es preciso vigilar estrechamente a los pacientes con antecedentes de depresión o intentos e suicidio. Embarazo y lactancia: a partir de los estudios preclínicos, no puede excluirse la posibilidad de que el clonazepam pueda provocar malformaciones congénitas. De acuerdo con las valoraciones epidemiológicas, existen indicios de que los fármacos antiepilépticos son teratógenos. Sin embargo, es difícil determinar, a partir de los estudios epidemiológicos publicados, qué fármacos o combinaciones de fármacos son responsables de las alteraciones detectadas en los recién nacidos. Existe la posibilidad, pues, de que estos defectos congénitos sean atribuibles en mayor medida a otros factores (p.ej.: factores genéticos) o a la propia epilepsia. En tales circunstancias, sólo se administrará Ravotril a las mujeres embarazadas cuando los beneficios esperados sean mayores que el potencial riesgo para el feto. Durante el embarazo sólo se adminstrará Ravotril cuando sea absolutamente necesario. La administración de dosis altas en el último trimestre del embarazo o durante el parto puede provocar irregularidades del latido fetal, así como hipotermia, hipotonía, depresión respiratoria leve o disminución de la capacidad de succión en el recién nacido. Debe tenerse presente que tanto el embarazo en sí como la suspensión brusca de la medicación pueden aumentar la frecuencia de las crisis epilépticas. Aunque se ha demostrado que el clonazepam pasa a la leche materna en pequeñas cantidades, las madres tratadas con Ravotril no deben dar el pecho a sus hijos. Si el tratamiento con Ravotril se considera absolutamente necesario, debe abandonarse la lactancia materna.
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Interacciones Medicamentosas:
Ravotril puede administrarse simultáneamente con otros, uno o más, fármacos antiepilépticos, pero la adición de un nuevo fármaco a la pauta terapéutica debe llevar consigo una cuidadosa valoración de la respuesta al tratamiento, pues aumenta el riesgo de efectos secundarios (por ej.: secadión, apatía). Si se decide asociar varios antiepilépticos, hay que ajustar la dosis de cada fármaco para conseguir el efecto deseado. La administración simultánea de inductores enzimáticos, como barbitúricos, hidantoínas o carbamacepina, puede aumentar el metabolismo del clonazepam sin modificar su grado de fijación a las proteínas plasmáticas. Sin embargo, el clonazepam no parece inducir las enzimas responsables de su propio metabolismo. Con la administración simultánea de clonazepam y fenitoína o primidona se ha descrito en ocasiones un aumento de la concentración sérica de estos 2 últimos fármacos. La asociación de clonazepam y ácido valproico se ha asociado ocasionalmente a un estado epiléptico de ausencias típicas. La administración simultánea de Ravotril y otros fármacos de acción central (por ej.: antiepilépticos, anestésicos, hipnóticos, antipsicóticos, analgésicos, miorrelajantes), puede dar lugar a una mutua potenciación de sus efectos. Igual sucede, y muy especialmente, con el alcohol. Si se decide asociar varios medicamentos de acción central, hay que ajustar la dosis de cada fármaco para conseguir el efecto deseado. Los epilépticos tratados con Ravotril han de abstenerse totalmente del alcohol, puesto que su ingestión podría alterar los efectos farmacológicos, disminuir la eficacia del tratamiento o provocar efectos secundarios imprevistos.
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Sobredosificación:
Síntomas: los síntomas de sobredosificación o intoxicación varían sensiblemente de una persona a otra, según la edad, el peso y la respuesta individual; estos síntomas van desde cansancio y obnubilación hasta coma con depresión respiratoria y colapso circulatorio, pasando por ataxia, somnolencia y estupor. Tratamiento: en los casos de intoxicación hay que tener siempre presente la hipótesis de que el paciente haya ingerido más de un producto. Medidas terapéuticas: monitorización de la respiración, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, lavado gástrico, hidratación I.V., medidas generales de apoyo y medidas de urgencia en caso de obstrucción de las vías respiratorias. En caso de hipotensión, pueden administrarse fármacos simpaticomiméticos. Advertencia: el antagonista benzodiazepínico Lanexatâ (principio activo: flumazenil) no está indicado en los pacientes epilépticos tratados con benzodiazepínico puede provocar convulsiones en estos pacientes. Dependencia: el consumo de benzodiazepinas puede producir dependencia. Este riesgo es mayor con el uso prolongado, las dosis altas y en los pacientes predispuestos, a saber, con antecedentes de alcoholismo, de abuso de fármacos, pacientes con trastornos graves de la personalidad u otro tipo de trastorno psiquiátrico. En general debe evitarse la suspensión brusca del tratamiento para prevenir los síntomas de abstinencia. Se recomienda una suspensión gradual del tratamiento, reduciendo escalonadamente las dosis.
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Presentaciones:
Comprimidos 0.5 mg: envase conteniendo 25 comprimidos birranurados. Envase clínico conteniendo 1.000 comprimidos birranurados. Comprimidos 2 mg: envase conteniendo 25 comprimidos birranurados. Envase clínico conteniendo 1.000 comprimidos birranurados. Gotas: envase conteniendo 10 ml. Inyectable: envases conteniendo 5 ampollas y 5 ampollas de agua bidestilada.
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