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Composición:
Ingredientes: Maltodextrinas; Concentrado de Proteínas del Suero; Leche Desnatada; Lactosa; Aceite Oleico; Aceite de Coco; Aceite de Soja; Oleína de Palma Aleatorizada; Triglicéridos de Cadena Intermedia; Acidos Grasos Poliinsaturados; Lecitina de Soja, Taurina. Minerales: Citrato de Sodio; Bicarbonato de Potasio; Carbonato de Calcio; Cloruro de Calcio; Cloruro de Potasio; Cloruro de Magnesio; Sulfatos Ferrosos; de Cinc; Cúprico y de Manganeso; Yoduro de Potasio. Vitaminas: Acido Ascórbico; Acetato de Alfa Tocoferil; Niacinamida, Pantotenato de Calcio; Palmitato de Vitamina A; Rivoflavina; Clorhidrato de Tiamina; Acido Fólico; Clorhidrato de Piridoxina; Betacaroteno; Filoquinona; Biotina; Colecalciferol; Cianocobalamina.
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Acción Terapéutica:
Fórmula láctea para neonatos de bajo peso.
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Indicaciones:
Cada vez que un recién nacido de bajo peso de nacimiento no pueda ser alimentado por su madre. Se recomienda su empleo hasta que el recién nacido haya alcanzado un peso de 2.500 g.
Pautas para la Alimentación: Los requisitos nutricionales de los lactantes de bajo peso varían de acuerdo a la edad, el tamaño y el estado clínico de cada niño. La fórmula para lactantes de bajo peso S-26 con rareza se indica para la alimentación de los lactantes en los primeros días de la adaptación post-natal. Para la alimentación inicial pueden utilizarse las pautas generales que se dan a continuación: 1 a 24 horas después de iniciarse la alimentación a nivel intestinal, 80 a 100 ml/kg/día (equivalente a 13 kcal/30 ml o 43 kcal/100 ml = 35 a 45 kcal/kg/día), 2 a 5 días después de iniciarse la alimentación a nivel intestinal, 120 a 140 ml/kg/día (equivalente a 20 kcal/30 ml o 67 kcal/100 ml = 80 a 95 kcal/kg/día), 6 días o más después de iniciarse la alimentación a nivel intestinal, 150 a 175 ml/kg/día (equivalente a 24 kcal/30 ml o 81 kcal/100 ml = 120 a 140 kcal/kg/día).
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Contraindicaciones:
Intolerancia a la lactosa.
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Advertencias:
Los bebés prematuros son más susceptibles a experimentar trastornos gastrointestinales que los nacidos a término. Ante cualquier manifestación de esta naturaleza se deberá administrar el producto con más lentitud o discontinuarlo por completo.
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Contraindicaciones y Advertencias:
Intolerancia a la lactosa.
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Precauciones:
Los lactantes de bajo peso son particularmente susceptibles a experimentar complicaciones del tracto gastrointestinal. La tolerancia a la alimentación enteral debe confirmarse ofreciéndole al niño pequeños volúmenes de una fórmula hipocalórica (13 kcal/30 ml) seguidos de la progresión cautelosa de alimentos más ricos en calorías. La regurgitación, materia residual gástrica excesiva, distensión abdominal, heces fecales o características coprológicas anormales u otros signos de disfunción intestinal se han asociado con la práctica de la alimentación enteral antes de que el tracto intestinal esté listo para acomodar este régimen de alimentación. Al primer signo de tales problemas, la alimentación enteral debe hacerse con más lentitud o suspenderse en lo absoluto. Añadir exactamente la cantidad correcta de polvo en cada alimentación. No hacer la dilución de la fórmula más fuerte ni más débil, pues la dilución incorrecta es defectuosa o impropia desde el punto de vista nutricional y, por tanto, debe evitarse. En caso de prepararse más de un biberón al mismo tiempo, no añadir el polvo hasta el momento de la alimentación. Los restantes biberones conteniendo agua se conservan en refrigeración y han de usarse en un período de 24 horas.
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Presentaciones:
Envase conteniendo 454 g, y medidor (8.8 g para 50 ml) incluido. Envasada en ambiente de nitrógeno y con sistema "easy open".
Mayor información disponible a solicitud de los profesionales en nuestro Departamento Médico.
Declaración consolidada: la leche materna es el mejor alimento para el bebé. El objetivo de la fórmula para la alimentación infantil es el de reemplazar a la leche materna cuando la madre no emplea la alimentación al pecho. La buena nutrición de la madre es importante para poder establecer y mantener la alimentación al pecho. El uso parcial de biberones podría tener un efecto negativo sobre la lactancia materna, y resulta difícil iniciar posteriormente la alimentación al pecho si la misma no se emplea desde el principio. Las fórmulas para la alimentación infantil deben ser preparadas y usadas según indican las instrucciones. El uso innecesario o incorrecto de la fórmula para la alimentación infantil puede crear riesgo para la salud. Deben tenerse presentes las consideraciones sociales y económicas al decidir qué tipo de alimentación habrá de utilizarse. Es un producto especial que debe emplearse únicamente bajo supervisión médica.
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