UROMIRON

SCHERING DE CHILE

Yodamida

Medios de Diagnóstico : Medios de Contraste

Composición: Cada 1 ml de solución acuosa contiene: Yodamida (como sal N-metilglucamínica) 0.65 g; Contenido en Yodo 300 mg/ml.
Acción Terapéutica: Medio de contraste radiológico.
Indicaciones: Urografía I.V. y retrógrada. Además puede emplearse en todo género de exploraciones angiográficas (excepto la coronariografía selectiva), así como en la amniografía, artografía, colangiografía intraoperatoria, esplenoportografía, fistulografía, histerosalpingografía, vesiculografía, etc. No debe usarse para la mielografía, ventriculografía y cisternografía, ya que en estos casos podrían presentarse reacciones neurotóxicas.
Posología: Generalidades: inmediatamente antes de su empleo se deberá extraer la solución de medio de contraste. Las soluciones de medio de contraste están previstas para una sola toma. Al principio, el tapón de goma debe ser perforado sólo una vez. Para la perforación del tapón de goma y la extracción del medio de contraste se recomienda utilizar cánulas de bisel agudo largo con un diámetro máximo de 18 G (particularmente apropiadas son las cánulas especiales de extracción con orificio lateral, por ej. cánula de Nocore-Admix). Las cantidades de medio de contraste no empleadas en un proceso exploratorio deben desecharse. El paciente ha de estar en ayunas (sólidos y líquidos) pero suficientemente hidratado. Los trastornos del metabolismo hidrosalino deberán haber sido compensados previamente. Esto vale especialmente para los pacientes afectados por los mismos. En las angiografías de la región abdominal y en las urografías, se consiguen mejores imágenes radiológicas cuando el intestino está libre de residuos y gases. Por ello, en los 2 días anteriores a la exploración se evitarán los alimentos flatulentos, en particular legumbres, ensalada, frutas, pan integral o recién cocido, así como todo tipo de verduras crudas. En vísperas de la exploración, la cena no debe tomarse después de las 6 de la tarde. A continuación puede ser conveniente administrar un laxante. En lactantes y niños pequeños, sin embargo, no debe mantenerse una carencia prolongada de alimentos ni administrar laxantes antes de la exploración. Los medios de contraste (MdC) iónicos inhiben in vitro la coagulación sanguínea de forma más pronunciada que los MdC no iónicos. A pesar de ello hay que observar una técnica angiográfica particularmente esmerada e irrigar a menudo con solución salina fisiológica los catéteres utilizados a fin de minimizar el riesgo de tromboembolias asociado a este método exploratorio. La experiencia ha demostrado que los estados de excitación, angustia y dolor pueden ser el origen de efectos secundarios o intensificar reacciones provocadas por el medio de contraste. Por eso conviene evitar tales estados, tranquilizando a los pacientes, incluso con medicación adecuada. Según indica la experiencia el medio de contraste es mejor tolerado calentándolo hasta alcanzar la temperatura corporal. La administración intravascular de medios de contraste debe efectuarse, de ser posible, en pacientes acostados, que deberán permanecer bajo vigilancia por lo menos hasta ½ hora después de efectuada la administración, ya que la mayor parte de los incidentes graves ocurre, según la experiencia, en este período. Urografía I.V.: en general se inyectan 20 ml en unos 2 minutos (40 ml en 3 a 4 minutos). No obstante, según la experiencia de muchos radiólogos, también una duración de inyección menor es bien tolerada. Adultos y jóvenes: convencionalmente se administra 1 ml/kg de peso corporal. Si la indicación lo hace necesario, se puede elevar la dosis. Niños: la reducida capacidad de concentración de la nefrona todavía inmadura del riñón infantil obliga a administrar dosis relativamente más elevadas. Lactantes: 3 ml/kg de peso corporal. Pequeños: 2 ml/kg de peso corporal. Escolares: 1-2 ml/kg de peso corporal. Momento adecuado para realizar las radiografías: se obtiene un contraste óptimo del parénquima renal, realizando la radiografía correspondiente después de la administración del medio de contraste. Para visualizar la pelvis renal y las vías urinarias descendentes se realiza la primer radiografía 3-5 minutos y la segunda radiografía 10-12 minutos después de la administración del medio de contraste. Para los pacientes jóvenes se elegirá preferentemente el momento más próximo a la inyección y para los de edad, el más alejado. En lactantes y niños menores debe realizarse la radiografía, aproximadamente, 2 minutos después de la administración del medio de contraste. Imágenes poco contrastadas pueden requerir radiografías tardías. Urografía retrógrada: para ésta, en general es suficiente una solución al 30% que se obtiene diluyendo la solución al 65% en la misma cantidad de agua bidestilada para inyección. Para evitar la irritación por frío que puede provocar espasmos ureterales, se aconseja calentar el medio de contraste a la temperatura del cuerpo. Si la exploración exigiera elevado contraste se puede emplear sin diluir. Manifestaciones de irritación no se temen, sólo en casos extremadamente raros, a pesar de la elevada concentración. Para otras indicaciones ver literatura especial.
Efectos Colaterales: Los efectos secundarios relacionados con el uso intravascular de medios de contraste con contenido de yodo son normalmente de grado ligero a medio y pasajeros aunque se hayan observado también reacciones graves, de peligro mortal y hasta casos de muerte. Las reacciones que más frecuentemente se presentan con la administración intravascular son: náuseas, vómitos, rubor, sensación general de calor y dolor. Las molestias subjetivas, como sensación de calor o náuseas pueden atenuarse rápidamente reduciendo la velocidad de aplicación o interrumpiéndola brevemente. Además pueden aparecer los siguientes síntomas: escalofríos, fiebre, sudor, cefalea, mareos, palidez, debilidad, ahogos y sensación de asfixia, jadeo, ascenso o descenso de la presión sanguínea, prurito, urticaria, otras formas de exantema, edemas, calambres, temblor muscular, estornudos, lagrimeo. Estas reacciones que pueden aparecer independientemente de la cantidad administrada y del modo de administración, pueden ser señales iniciales de shock. En estos casos hay que suspender inmediatamente la administración del medio de contraste y, si es necesario, iniciar por vía venosa el tratamiento adecuado. Por eso se recomienda también para las administraciones I.V. el uso de una cánula flexible permanente. Con el fin de poder reaccionar sin pérdida de tiempo deben estar listos para su uso inmediato: los medicamentos correspondientes, tubo endotraqueal y respirador artificial (ver Orientaciones acerca del tratamiento de los accidentes producidos por medios de contraste). En pacientes con predisposición alérgica se observan con más frecuencia reacciones de hipersensibilidad. Reacciones serias que requieren de un tratamiento de emergencia, pueden presentarse en forma de reacción circulatoria con vasodilatación periférica y consecuente descenso de la presión sanguínea y taquicardia refleja, disnea, agitación, confusión y cianosis, que pueden conducir hasta la pérdida del conocimiento. Si el medio de contraste se administra al lado de un vaso sanguíneo (paravasal), sólo en casos aislados se presentan reacciones tisulares importantes. Se sabe que en casos de angiografía cerebral u otras intervenciones en las que el medio de contraste alcanza el cerebro con la sangre arterial, pueden ocurrir complicaciones neurológicas como coma, confusión pasajera y somnolencia, paresia pasajera, trastornos visuales o debilidad de nervio facial así como crisis epilépticas (especialmente en pacientes con epilepsias o con lesiones cerebrales focales). En casos muy poco frecuentes se ha descrito la presentación de un ataque en este tipo de pacientes también durante la administración I.V. del medio de contraste. En casos aislados, puede presentarse transitoriamente una insuficiencia renal aguda. Ocasionalmente pueden presentarse reacciones tardías. Orientaciones acerca del tratamiento de los accidentes producidos por medios de contraste: para poder actuar rápidamente al presentarse complicaciones durante el empleo de medios de contraste, es imprescindible tener dispuestos los medicamentos e instrumentos necesarios para el tratamiento de emergencia y estar familiarizado con las medidas a adoptar. Se recomienda la siguiente conducta: inyección I.V. de un corticoide hidrosoluble a dosis elevadas, por ejemplo, hemisuccinato sódico de 6 alfa-metilprednisolona a la dosificación siguiente: en todos los casos, inyección inmediata de 500 mg (250 mg para niños menores de 4 años) siendo la duración de la inyección de 2 a 3 minutos; en casos muy graves durante los 3 a 5 minutos siguientes se continuará inyectando el corticoide hasta una dosis total de 30 mg/kg de peso (es decir, en total unos 2.000 mg para un paciente de 70 kg). Es recomendable dejar la cánula en la vena, con el fin de disponer de un rápido acceso al sistema vascular. Algunos autores prefieren una restitución temprana de la volemia (ver Insuficiencia circulatoria y shock), lo cual puede hacerse antes o al mismo tiempo que la administración de corticoides. Inhalación de oxígeno, si es preciso, con respiración artificial. Las medidas que se adopten en adelante dependen de la evolución subsiguiente o de los síntomas predominantes (las dosificaciones expresadas a continuación se refieren a adultos, por lo que deberán reducirse de acuerdo con la edad si se trata de niños). Insuficiencia circulatoria y shock: colocación inmediata del paciente en la posición empleada en casos de shock (cabeza en posición baja, piernas y brazos en posición elevada). Inyección I.V. lenta de un estimulante circulatorio periférico. Reposición de la volemia con sustitutos del plasma. Infusión gota a gota de noradrenalina, 5 mg en 500 ml de líquido, por ejemplo, suero fisiológico, regulando la dosificación según el efecto conseguido, aproximadamente de 10 a 20 gotas por minuto. El pulso y la presión sanguínea deberán ser controlados constantemente. Paro cardíaco (asistolia): compresión rápida y enérgica de la pared torácica en el centro de la región esternal. Si no hay reacción se efectuarán inmediatamente masaje cardíaco extratorácico y respiración artificial (boca a boca; oxigenoterapia hiperbárica, intubación, si es posible) 0.5 mg de orciprenalina por vía intracardíaca, marcapasos cardíaco. Una vez recuperadas las contracciones espontáneas, aunque sean débiles, se administrarán por vía I.V. 0.5 a 1.0 g (5 a 10 ml de una solución al 10%) de gluconato cálcico. Tener presente la incompatibilidad del calcio con los glucósidos cardíacos. Fibrilación ventricular: se practicarán inmediatamente, masaje cardíaco extratorácico y respiración artificial. Desfibrilación mediante desfibrilador cardíaco, repetir, si es necesario. Si no hay resultado positivo o no se dispone de un desfibrilador, se administrarán por vía intracardíaca 0.5 g de procainamida. Para combatir la acidosis hipoxémica. que se produce siempre en el paro cardíaco o en la fibrilación ventricular, se administrará por vía I.V. una solución de bicarbonato sódico: por ejemplo, 50 ml de una solución al 8.4% (mEq/ml) cada 5 a 10 minutos. Controlar el pH sanguíneo. Edema pulmonar: sangría blanca, realizada utilizando el manguito de un esfigmomanómetro; en adultos, si es preciso, sangría cruenta. Diurético de acción rápida por vía I.V. y, en adultos, infusión de solución glucosada al 40% (100 ml) para producir diuresis osmótica. Si el paciente no está todavía digitalizado, digitalización rápida con el glucósido cardíaco apropiado, por ejemplo, en adultos, 1/8 a 1/4 mg de estrofantina por vía I.V. (atención con la estenosis mitral). Respiración a presión, pero no en estado de shock. Síntomas cerebrales: se administrará, si existe inquietud, un tranquilizante (por ej., diazepam), por vía I.M. o lentamente por vía I.V.; si existe agitación extrema, neurolépticos, asociados eventualmente a 50 mg de prometacina intraglútea. En las crisis cerebrales de origen orgánico se administrarán por vía I.M. 0.2 - 0.4 g de fenobarbital; en las convulsiones graves (estados epilépticos), un narcótico de corto efecto por vía I.V. Manifestaciones alérgicas: además de corticoides, en la urticaria intensa se administrará lentamente por vía I.V. un antihistamínico y eventualmente un preparado de calcio (tener presente la incompatibilidad del calcio con los glucósidos cardíacos). Durante el acceso asmático, un preparado de teofilina administrado muy lentamente por vía I.V., en caso necesario 0.5 mg de orciprenalina muy lentamente por vía I.V., en el edema de glotis, un antihistamínico (por ej., prometacina 50 mg) lentamente por vía I.V. Si existe obstrucción de las vías respiratorias superiores, puede ser necesario efectuar una traqueotomía.
Contraindicaciones: Hipertiroidismo manifiesto, insuficiencia cardíaca descompensada. Durante el embarazo o ante procesos inflamatorios pelvianos agudos no deben efectuarse histerosalpingografías.
Precauciones: En los casos de hipersensibilidad frente a los medios de contraste yodados, alteraciones graves de la función hepática o renal, insuficiencia cardíaca o circulatoria, enfisema pulmonar, mal estado general, arteriosclerosis cerebral, diabetes mellitus que requiere tratamiento, convulsiones de origen cerebral, hiperfunción tiroidea latente, bocio nodular blando y mieloma múltiple, la decisión de realizar una exploración con medios de contraste se tomará con un criterio muy riguroso. Según muestra la experiencia en pacientes con predisposición alérgica, se presentan con mayor frecuencia reacciones de hipersensibilidad. Algunos radiólogos administran en estos casos, profilácticamente, un antihistamínico o un corticoide. Si así se procede, debe procurarse no mezclar para su inyección conjunta los antihistamínicos o corticoides con el medio de contraste. En los pacientes con mieloma múltiple, diabetes, gota, así como en los lactantes, niños pequeños y pacientes con muy mal estado general no debe restringirse la toma de líquidos antes de administrar medios de contraste hipertónicos. Hasta la fecha no se ha demostrado la inocuidad del empleo en pacientes embarazadas. Dado que durante el embarazo debe evitarse en lo posible cualquier exposición a los rayos X, ello es motivo suficiente para que el beneficio de cada exploración radiológica -con o sin medios de contraste- se considere cuidadosamente frente al posible riesgo. En pacientes con feocromocitomas y ante el peligro de que se presente una crisis hipertensiva se recomienda el empleo previo de alfabloqueadores. Después de haber administrado medios de contraste yodados de eliminación renal, la capacidad de captación del tejido tiroideo para los isótopos radiactivos empleados en el diagnóstico de tiroides queda reducida hasta 2 semanas, a veces más. En pacientes con nefropatía diabética, la administración intravascular de medios de contraste puede predisponer para un empeoramiento de la función renal. Esto puede acarrear una lactoacidosis cuando se tomen biguanidas. Como medida de precaución se interrumpirá la toma de éstas, 48 horas antes de la exploración radiológica y se reanudará la toma sólo cuando se haya recuperado suficientemente la función renal.
Presentaciones: Envase conteniendo 1 frasco de 40 ml.