DIPERGON

SCHERING DE CHILE

Lisurida

Hormonoterápicos : Inhibidores de la Prolactina

Composición: Cada tableta contiene: Lisurida Hidrogenmaleato 0.2 mg.
Acción Terapéutica: Inhibidor de la secreción de prolactina.
Indicaciones: Ablactación primaria y secundaria (cuando sea indicación médica), mastitis, galactorrea, reducción de una excesiva producción de leche (galactostasis, post-parto), amenorrea inducida por prolactina, otros trastornos del ciclo ocasionados por la prolactina (por ej.: insuficiencia luteínica), esterilidad en la mujer debida a la prolactina; trastornos hiperprolactinémicos de la libido o de la potencia en el varón (por ej.: como consecuencia de tumores hipofisarios); molestias premenstruales, siempre que estén relacionadas con niveles elevados de prolactina (por ej.: mastodinia); acromegalia.
Propiedades: La prolactina controla decisivamente la función de las glándulas mamarias. El inhibidor de la prolactina, es por ello apropiado tanto para inhibir la producción normal y la secreción de leche (ablactación primaria y secundaria) como para mejorar estados patológicos de las glándulas mamarias (galactostasis, mastitis, galactorrea). También la mastodinia y otras molestias premenstruales pueden responder a un tratamiento con inhibidores de la prolactina. Un nivel elevado de prolactina inhibe también la función de las gónadas. La amenorrea y otras perturbaciones del ciclo, así como la esterilidad de la mujer ocasionada por estos trastornos, pueden ser tratadas con Dipergon siempre y cuando sean debidas a una hiperprolactinemia. Los síntomas correspondientes en el hombre son trastornos de la libido y de la potencia. La causa de los trastornos mencionados pueden ser tumores hipofisarios productores de prolactina. En el caso de macroadenomas se consigue con Dipergon, además de una mejora de la sintomatología clínica, muy a menudo también una disminución marcada del tumor. En algunos pacientes con acromegalia se puede influir favorablemente sobre la hiperproducción de la hormona del crecimiento. Por ello puede emplearse en tales casos cuando no son posibles o resultan insuficientes otras medidas terapéuticas.
Posología: Las tabletas han de tomarse siempre durante las comidas. La tolerancia puede mejorarse iniciando el tratamiento de preferencia a la hora de la cena y siguiendo un esquema terapéutico con dosis gradualmente crecientes (excepción: ablactación primaria). Esto se aplica en general para dosis elevadas. Salvo otra prescripción del médico, se siguen en general las siguientes directrices. Ablactación primaria (cuando sea indicación médica): el tratamiento se debe iniciar, si es posible, inmediatamente después del parto o aborto y, siempre dentro de las primeras 24 horas. La dosis diaria asciende a 1 tableta 2-3 veces al día y la duración del tratamiento es de 14 días. En casos aislados puede presentarse una escasa secreción láctea después de este tratamiento; ésta cede tras repetir la medicación durante 1 semana. Ablactación secundaria (cuando sea indicación médica): mastitis. Se inicia el tratamiento con 1 tableta en la noche el primer día, seguido de 1 tableta en la tarde y en la noche del segundo día, continuando con 3 tabletas diarias repartidas en el día hasta el día 14 como máximo. Para una supresión lo más rápida posible de la secreción láctea es aconsejable tomar desde el 1er. día 3 veces al día. El tratamiento puede concluirse 4 días después de haber cesado la secreción láctea. En el caso de mastitis, en general son suficientes pocos días de tratamiento. La terapia puede suspenderse en cuanto cese la inflamación, pudiendo por lo general reanudarse la lactación enseguida. Galactorrea, galactostasis post-parto, amenorrea inducida por prolactina: otros trastornos del ciclo ocasionados por prolactina, esterilidad en la mujer debida a la prolactina, trastornos hiperprolactinámicos de la libido o la potencia en el varón, ½ tableta en la noche, el primer día de tratamiento, seguido de ½ tableta en la tarde y en la noche del segundo día. Continuar con ½ tableta 3 veces al día. El tratamiento de la galactorrea se proseguirá hasta que la secreción láctea haya cesado por completo; el de la amenorrea, hasta que se instauren ciclos normales con menstruaciones regulares (lo que frecuentemente demora algunos meses). Dado el caso, la dosificación diaria puede elevarse de acuerdo al nivel plasmático de prolactina o a la efectividad del preparado. Para lograr una mejor tolerancia no antes de haber transcurrido 3-4 días y la cantidad total diaria debe repartirse en varias dosis parciales. Tan pronto como hayan mejorado las molestias en la galactostasis post-parto, puede concluirse el tratamiento y, a continuación, en la mayoría de los casos, reanudar la lactación. Trastornos menstruales: cada tratamiento se comienza siempre el 14º día tras el inicio del sangrado menstrual con ½ tableta por la noche y se continúa con ½ tableta -en casos severos 1 tableta- por la mañana y por la noche, hasta que se presente una nueva menstruación. Transcurridos 6-12 ciclos es aconsejable suspender el tratamiento para comprobar si es necesaria la continuación del mismo. Acromegalia: la dosis es la misma que en la galactorrea, etc. Dependiendo de la tolerancia y el efecto sobre el nivel de la hormona del crecimiento, la dosis puede aumentarse hasta alcanzar como máximo 2 mg por día.
Efectos Colaterales: Sobre todo al iniciar el tratamiento, si las dosis parciales se aumentan con rapidez, si la cantidad total diaria es elevada o cuando las tabletas se toman sin ningún tipo de comida, pueden presentarse náuseas, cefaleas, cansancio, mareos, obnubilación, sudor y raramente también vómitos. En casos aislados de especial sensibilidad individual, se observa un descenso brusco de la presión sanguínea (que a veces llega hasta colapso ortostático) y vómitos violentos. Cuando aparecen reacciones de intolerancia tan desproporcionadamente intensa puede administrarse sulpirida (hasta 100 mg I.M.). Estas manifestaciones no obligan por lo general a suspender el empleo y pueden controlarse mediante reducción de la dosis. En el curso ulterior del tratamiento los efectos secundarios dejan por lo general de producirse, incluso con dosis mucho más elevadas. Muy raramente pueden presentarse pesadillas, alucinaciones, reacciones paranoides y estados de confusión. Contribuyen a su aparición la edad avanzada, demencia concomitante (síndrome psíquico cerebro-orgánico), infecciones agudas, deshidratación y dosificación elevada de Dipergon. Estos síntomas pueden dominarse, en su mayoría, mediante reducción de la dosis. Se ha informado ocasionalmente sobre trastornos del sueño y, muy raramente, de reacciones cutáneas y edemas.
Contraindicaciones: En pacientes con trastornos de la irrigación arterial periférica y del corazón (insuficiencia coronaria), el medicamento ha de emplearse exclusivamente bajo estricta indicación. En pacientes con psicosis (también en la anamnesis), sólo puede emplearse en las indicaciones absolutamente precisas después de sopesar cuidadosamente la relación beneficios/riesgos, ya que podría producirse un empeoramiento del cuadro patológico y una reaparición de los síntomas.
Interacciones Medicamentosas: Los neurolépticos y otros antagonistas de la dopamina (por ej.: haloperidol, sulpirida, metoclopramida, clorpromazina) pueden atenuar el efecto de Dipergon. Tras el parto y durante el puerperio se recomienda como medida de precaución no administrar simultáneamente con otros alcaloides del cornezuelo de centeno (por ej.: metilergometrina), aun cuando hasta la fecha no se han observado interacciones entre ellos y la lisurida. Si anteriormente y al mismo tiempo se han administrado medicamentos con efectos sobre la presión sanguínea, ha de emplearse con especial precaución.
Observaciones: Para que la lactación no sea estimulada, debe evitarse en la ablactación todo tipo de succión, sea por el lactante o el sacaleches. En el estadio temprano de una mastitis es en general suficiente la restricción de la secreción láctea conseguida, pudiendo a continuación reanudarse frecuentemente la lactancia del niño. Si existe ya previamente una superinfección bacteriana, fiebre persistente o formación de abscesos, han de practicarse medidas terapéuticas adicionales (por ej.: administración de antibióticos, etc.). En relación con el empleo de otro inhibidor de la prolactina como antigalactagogo en el puerperio se ha reportado la presentación, en casos aislados, de hipertensión, infarto de miocardio, ataques convulsivos y apoplejía. No se confirmó, sin embargo, una relación causal entre el tratamiento y estas manifestaciones que también se presentan espontáneamente en el puerperio. Como medida precautoria en las mujeres que inhiben la lactación debe suspenderse inmediatamente el tratamiento cuando aparezcan hipertensión, cefaleas persistentes u otros signos que denoten perjuicio del sistema nervioso central. Antes del tratamiento de una hiperprolactinemia hay que aclarar sus causas (por ej.: medicamentos, hipertiroidismo). Tiene particular importancia determinar si existe un adenoma de la hipófisis expansivo. Cuando existan defectos del campo visual o agrandamiento pronunciado de la silla turca, existe la posibilidad tanto de una intervención quirúrgica (con o sin empleo adicional de Dipergon) como la de tratamiento exclusivo con Dipergon. La esterilidad inducida por la prolactina puede tratarse con Dipergon. Sin embargo, si no se desea un embarazo deben emplearse métodos anticonceptivos. Siempre que exista sospecha de un embarazo, ha de suspenderse como medida precautoria la administración ya que no deben emplearse medicamentos durante la gravidez excepto cuando sean absolutamente necesarios. Si en las mujeres que tienen un adenoma de hipófisis (prolactinoma) se presenta un embarazo, hay que prestar particular atención a los síntomas que puedan ser señal de una reactivación del crecimiento tumoral (dolores de cabeza severos y sostenidos, trastornos de la visión). Los pacientes con función renal restringida, sobre todo los sometidos a diálisis, son particularmente sensibles frente a los agonistas de la dopamina. Por ello en tales pacientes el tratamiento ha de iniciarse siempre con las dosis más bajas posibles, elevándolas paulatinamente. Dado que todavía no se dispone de suficiente experiencia sobre el empleo en pacientes con trastornos severos de la función hepática, ha de tenerse igualmente particular precaución con la dosis y mantenerla a niveles bajos. En casos de sobredosificación pueden emplearse como antídoto, si fuera necesario, en casos leves unas gotas de metoclopramida y, en casos severos, sulpirida I.M. hasta 100 mg. Durante el tratamiento, aun cuando el paciente se haya atenido a las prescripciones, puede producirse, en casos aislados, un brusco descenso de la presión arterial que comprometa la capacidad de reacción, lo que puede originar dificultades, por ejemplo, en la participación en el tránsito como conductor o peatón, o en el manejo de maquinaria. Si la hipotensión provoca un desvanecimiento, el paciente ha de mantenerse en posición horizontal (con las piernas hacia arriba).
Presentaciones: Envase conteniendo 30 tabletas.