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Composición:
Cada comprimido contiene: Dexametasona 0.5 mg.
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Acción Terapéutica:
Corticoterapia.
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Indicaciones:
Inmuno-alergología: en algunos casos, especialmente en exacerbación de lupus eritematoso sistémico, síndrome nefrótico con lesiones mínimas , poliarteritis nudosa, enfermedad del tejido conjuntivo mixta, arteritis temporal; reacciones de hipersensibilidad a fármacos o sustancias químicas, enfermedad del suero, reacciones transfusionales, picaduras de insectos, edema angioneurótico, grave fiebre del heno, Síndrome de Stevens-Johnson; para inmunosupresión crónica en pacientes trasplantados. Reumatología: generalmente como terapéutica secundaria para administración a plazo corto en casos severos de artritis reumatoide y osteoartritis reumática, polimialgia reumática, carditis reumática aguda. Endocrinología: insuficiencia adrenocortical primaria o secundaria, síndromes adrenogenitales (sólo si es suplementada con terapia mineralocorticoide), síndrome ovárico poliquístico. Dermatología: graves casos de pénfigo y penfigoide, dermatitis exfoliativa y demás casos graves de dermatitis, micosis fungoides, eritema multiforme, grave psoriasis. Oftalmología: procesos severos alérgicos inflamatorios agudos y crónicos del ojo y sus anexos, tales como conjuntivitis alérgica, iritis, iridociclitis, coroiditis, neuritis óptica, oftalmia simpática, prevención de cicatrices en intervenciones quirúrgicas en el ojo y lesiones en el ojo. Gastroenterología: para inducir una remisión de colitis ulcerosa y enteritis regional; en algunos casos de hepatitis crónica, particularmente la forma agresiva con hiperinmunidad; esofagitis corrosiva, en algunos casos de enfermedad celíaca, (gastro) enteritis eosinofílica.Cardiología: en algunos casos de pericarditis (infartación idiopática, post-miocárdica y síndrome postcomisurotómico). Pulmonología: eosinofilia pulmonar asmática y alveolitis alérgica, asma bronquial grave y demás enfermedades obstructivas crónicas no específicas del pulmón; procesos pulmonares difusos intersticiales; como parte del tratamiento de laringotraqueobronquitis, junto con terapéutica tuberculostática en tuberculosis fulminante. Hematología y oncología: púrpura trombocitopénica idiopática y secundaria, anemia hemolítica autoinmune, inmuno-granulocitopenia idiopática (agranulocitosis), leucemia linfocítica aguda y crónica, leucemia mielocítica aguda (crisis blastémica), Enfermedad de Hodgkin, otras malignidades de los tejidos linfoide e histiocítico, mieloma múltiple, mieloma avanzado refractario a los agentes alquilantes, macroglobulinemia; como anti-emético en regímenes anti-neoplásicos; para tratamiento paliativo en estados terminales de enfermedad neoplásica. Neurología: edema cerebral, particularmente aquellas formas debidas a tumores cerebrales, abscesos cerebrales e intervenciones neuroquirúrgicas (en el último caso también para evitar edema cerebral); accesos mioclónicos en epilepsia, pseudotumor cerebral, miastenia gravis resistente a terapéutica anticolinesterásica y timectomía, en algunos casos de esclerosis múltiple aguda y neuritis periférica; mal de las montañas agudo. Demás indicaciones: en la mayoría de los casos de meningitis tuberculosa, pericarditis, peritonitis y pleuresía (en combinación con terapéutica tuberculostática); triquinosis severa, hipercalcemia tal como la asociada con enfermedades neoplásicas, hipervitaminosis-D, hipercalcemia idiopática infantil. Uso diagnóstico: prueba supresora de dexametasona.
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Características:
La dexametasona es un glucocorticosteroide sintético. Tiene 7 veces la potencia antiinflamatoria de la prednisolona. Al igual que otros glucocorticosteroides la dexametasona también tiene propiedades antialérgicas, antitóxicas, anti-shock, antipiréticas e inmunosupresoras. La dexametasona carece prácticamente de propiedades de retención de agua y de sales, por lo tanto, resulta particularmente apropiada para el uso en pacientes con descompensación cardíaca o hipertensión. Debido a su prolongada vida media (36-54 horas), la dexametasona está especialmente indicada en estados en los que se desee una acción glucocorticosteroide continua.
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Posología:
La posología para la glucocorticoterapia depende, por lo general, de la gravedad del estado y respuesta del paciente. Bajo ciertas circunstancias, por ejemplo en situaciones de estrés y cuadro clínico modificado, suelen ser necesarios ajustes extra de la dosificación. Si no se observa ninguna respuesta favorable dentro de un par de días, es indeseable continuar la glucocorticoterapia. Por regla general, suelen ser suficientes dosificaciones orales diarias de 0.5 -10 mg. En algunos pacientes pueden requerirse temporalmente dosificaciones más altas, para el control de la enfermedad. Tan pronto como disminuyen los síntomas, la dosificación tiene que ser reducida hasta un nivel lo más bajo posible o disminuirla gradualmente hasta nivel cero bajo observación continua del cuadro clínico. Debe administrarse en tal caso de madrugada, diariamente o de preferencia cada 2 días una dosis de un glucocorticosteroide que posea una vida media biológica más corta que la de la dexametasona, por ejemplo prednis(ol)ona. Para una prueba supresora corta de dexametasona se administra 1 mg de dexametasona a las 11 horas P.M. determinando el cortisol plasmático la mañana siguiente. Aquellos pacientes que no muestran una baja en cortisol pueden ser expuestos a una prueba de duración más larga: se administra 0.5 mg de dexametasona a intervalos de 6 horas durante 48 horas, seguidos de 2 mg cada 6 horas durante 48 horas. Se reune orina de 24 horas antes, durante y al fin de la prueba para determinación de 17-hidroxicorticosteroides. Administración: Oradexon Organon tabletas debe tomarse por vía oral de preferencia con algo líquido.
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Efectos Colaterales:
Las reacciones adversas asociadas con un tratamiento glucocorticosteroide general prolongado, son improbables cuando se administran dosis elevadas en un breve período de tiempo. Sin embargo, ocasionalmente puede ocurrir ulceración gástrica y duodenal con posible perforación y hemorragia. Las siguientes reacciones adversas se han asociado con un tratamiento glucocorticosteroide general prolongado: Trastornos endocrinos y metabólicos: síndrome tipo Cushing, hirsutismo, irregularidades menstruales, cierre epifisario prematuro, falta de respuesta hipofisaria y adrenocortical secundaria, tolerancia a la glucosa disminuida, equilibrio negativo del nitrógeno y del calcio. Trastornos de líquidos y electrolitos: retención de sodio y líquidos, hipertensión, pérdida de potasio, alcalosis hipocalémica. Efectos músculo-esqueléticos: miopatía, distensión abdominal, osteoporosis, necrosis aséptica de cabezas femorales y humerales. Efectos gastrointestinales: ulceración gástrica y duodenal, perforación y hemorragia. Efectos dermatológicos: curación de heridas afectada, atrofia cutánea, estrías, petequias y equimosis, contusiones, eritema facial, aumento de la sudoración, acné. Efectos Sistema Nervioso Central: trastornos psíquicos desde la euforia hasta francas manifestaciones psicóticas, convulsiones, en niños pseudotumor cerebral (hipertensión intracraneana benigna) con vómitos y papiloedema. Efectos oftálmicos: glaucoma, aumento de la presión intraocular, cataratas subcap-sulares posteriores. Efectos inmunosupresores: aumento de susceptibilidad a las infecciones, reducción de la capacidad de respuesta a la vacunación y pruebas cutáneas.
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Contraindicaciones:
Ulceras gástrica y duodenal. Infecciones fúngicas generales. Ciertas infecciones víricas, por ejemplo varicela y herpes genital. Glaucoma. Hipersensibilidad a los glucocorticosteroides. En general no hay contraindicaciones en los estados en que, con el uso de glucocorticosteroides, se puede salvar la vida.
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Advertencias:
Deben vigilarse los pacientes con los estados siguientes: insuficiencia cardíaca latente o manifiesta, disfunción renal, hipertensión o jaqueca, ya que los glucocorticosteroides pueden inducir retención de líquido; osteoporosis, ya que los glucocorticosteroides ejercen un efecto negativo sobre el equilibrio del calcio. Antecedentes de enfermedad psicótica. Tuberculosis latente, ya que los glucocorticosteroides pueden inducir reactivación; ciertas infestaciones parasitarias, en particular, amebiasis; crecimiento estatural incompleto, ya que los glucocorticosteroides, con una administración prolongada, pueden acelerar el cierre epifisario. El tratamiento con glucocorticosteroides es inespecífico, suprime los síntomas y signos de enfermedad y reduce la resistencia a las infecciones. Un tratamiento antimicrobiano apropiado debe acompañar al tratamiento con glucocorticosteroides cuando sea necesario, por ejemplo en la tuberculosis y en las infecciones víricas y fúngicas oculares. Los pacientes sometidos a un tratamiento prolongado con glucocorticosteroides, deben examinarse regularmente por si presentaran aumento de la presión intraocular y cataratas subcapsulares posteriores. Los pacientes sometidos a un tratamiento prolongado con glucocorticosteroides, deben examinarse regularmente con respecto a su metabolismo de la glucosa. Antes, durante y después de situaciones estresantes, puede ser necesario aumentar la dosis en pacientes tratados corrientemente con glucocorticosteroides o reanudarse en pacientes que hayan sido sometidos a un tratamiento prolongado con glucocorticosteroides el año anterior. La interrupción del tratamiento prolongado debe efectuarse mediante la reducción gradual de la dosis y bajo estricta vigilancia médica, ya que la supresión puede causar una exacerbación aguda de la enfermedad y una insuficiencia adrenocortical aguda. El uso de corticosteroides puede influenciar los resultados de ciertas pruebas de laboratorio. Uso en embarazo y lactancia: existe información insuficiente sobre el uso de esta droga durante el embarazo humano para asegurar un daño potencial para el feto. Sin embargo existen indicaciones de un efecto dañino en experimentos animales. Los lactantes cuyas madres recibieron dosis importantes de glucocorticosteroides durante el embarazo, deben observarse cuidadosamente por si se presentan signos de insuficiencia suprarrenal. Los glucocorticosteroides aparecen en la leche materna en cantidades muy pequeñas, pero se desconoce si esto puede afectar adversamente al lactante.
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Interacciones Medicamentosas:
El uso concomitante de glucocorticosteroides con alguno de los fármacos o sustancias siguientes puede inducir la aparición de interacciones clínicamente importantes: diuréticos y/o glucósidos cardíacos (puede estar estimulada la pérdida de potasio lo que es un riesgo particular en pacientes que usan glucósidos cardíacos, ya que la hipocalemia aumenta la toxicidad de estos fármacos). Antidiabéticos (los glucocorticosteroides pueden afectar la tolerancia a la glucosa,aumentando con ello la necesidad de fármacos antidiabéticos). Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (la incidencia y/o la gravedad de la ulceración gastrointestinal puede aumentar). Anticoagulantes orales (los glucocorticosteroides pueden alterar la necesidad de estos fármacos). Vacunas activas (los glucocorticosteroides pueden suprimir la respuesta inmune del organismo; debe tomarse mayor precaución con vacunas vivas). Los glucocorticosteroides pueden ser menos eficaces cuando se usan concomitantemente con fármacos inductores de las enzimas hepáticas, tales como rifampicina, efedrina, barbitúricos, fenitoína y primidona. Si los pacientes sometidos a tratamiento prolongado con glucocorticosteroides reciben concomitantemente salicilatos, toda reducción de la dosis de glucocorticosteroides debe efectuarse con precaución, ya que en tales casos se ha informado sobre intoxicación por salicilatos.
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Sobredosificación:
En experimentos con animales la toxicidad aguda de la dexametasona ha demostrado ser más bien baja. Síntomas de sobredosificación aguda que pueden presentarse son náuseas y vómitos. Si no se ha producido aún vómito, éste puede ser provocado. Para el resto, un tratamiento sintomático es suficiente.
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Presentaciones:
Envase conteniendo 20 comprimidos.
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