HEPARINA

HORMOQUIMICA

Heparina,sódica

Sangre : Anticoagulantes Antitrombóticos

Composición: Cada 5 ml de solución inyectable contiene: Heparina Sódica 25.000 U.I. (5.000 U.I./ml), como sustancia activa; Metilhidroxibenzoato 4.25 mg (0.85 mg/ml); Propilhidroxibenzoato 0.75 mg (0.15 mg/ml) como preservantes.
Acción Terapéutica: Anticoagulante.
Indicaciones: Como medida terapéutica, hasta lograr una acción anticoagulante eficaz con anticoagulantes orales en casos de: trombosis venosa, embolia pulmonar. Para la profilaxis de la trombosis después de la cirugía. Para la prevención de la coagulación en los circuitos sanguíneos extracorporales, como, por ejemplo, en casos de diálisis o de cirugía a corazón abierto. Coagulación intravascular difusa.
Propiedades: Farmacológicas: contiene heparina sódica aislada de la mucosa porcina, con un peso molecular medio de 16.000. Es un polisacárido con alta carga negativa que inhibe directamente la coagulación y, por ello, es eficaz tanto en vivo como en vitro. Para su efectividad anticoagulante la heparina requiere antitrombina III como cofactor. Este factor se encuentra normalmente en la sangre y bajo condiciones normales inhibe lentamente la coagulación neutralizando varios factores de coagulación (trombina, IXa, Xa, XIa, y XIIa). La acción anticoagulante de la antitrombina III es aumentada por la adición de heparina. Se ha informado acerca de algunos casos raros de ausencia de antitrombina III. El nivel de antitrombina III también se puede reducir después de la nutrición I.V. prolongada, así como en casos de administración de estrógenos, cirrosis hepática, ateroesclerosis o administración prolongada de dosis altas de heparina. En caso de niveles plasmáticos bajos de antitrombina III, o en ausencia de este cofactor, el efecto anticoagulante de la heparina se reduce marcadamente o no existe. Puesto que la heparina tiene un efecto directo sobre la coagulación que no es mediado por una acción inhibidora de la síntesis de factores de coagulación, su efecto se produce inmediatamente después de la administración. La heparina no tiene efecto anticoagulante cuando se administra por vía oral. La heparina no se presta para inyección I.M. porque al administrarse por esta vía su efecto anticoagulante es variable, se puede producir acumulación y se pueden desarrollar hematomas dolorosos en el lugar de la inyección. Las dosis bajas de heparina administradas por vía subcutánea neutralizan el factor Xa y pueden, por lo tanto, emplearse en la profilaxis de la trombosis. La heparina también se presta para la administración I.V. y para ser empleada en circuitos sanguíneos extracorporales. La heparina puede reducir el número de trombocitos, así como la secreción de aldosterona. Fuera de su actividad anticoagulante, la heparina también activa la enzima lipoproteinasa y puede, por lo tanto, reducir el nivel de lípidos en el suero. Farmacocinéticas: debido a que la heparina es un compuesto de alto peso molecular con fuerte carga negativa, pasa en cantidades mínimas a través de las membranas biológicas. Por lo tanto, y debido a un efecto marcado de "primera pasada", la heparina sólo se presta para la administración parenteral (I.V., subcutánea). La vida media plasmática (t ½) es corta, pero aumenta al aumentar la dosis (½ a 3 horas). El mecanismo de la eliminación plasmática de la heparina no está bien comprendido; probablemente la heparina es capturada primero por el sistema reticuloendotelial (SRE) y, una vez saturado éste, es metabolizado en el hígado por la enzima heparinasa. Los metabolitos farmacológicamente incativos se excretan en la orina. La heparina intacta aparece en la orina sólo después de la administración de dosis altas por vía I.V. Se puede producir una prolongación inesperada del tiempo requerido para lograr niveles plasmáticos estables, debido a lo complicado de los mecanismos de eliminación y a la vida media plasmática dependiente de la dosis. La heparina no pasa a la placenta ni a la leche materna.
Posología: La heparina se puede administrar por vía I.V. y subcutánea. La administración I.V. se puede efectuar ya sea como repetición de dosis administradas en bolo o como infusión continua. Ocasionalmente, 1 inyección I.V. en bolo única puede ir seguida de una infusión continua o de una administración subcutánea. En caso de infusión I.V. intermitente, se recomienda limitar el intervalo entre 2 administraciones consecutivas a no más de 6 horas, porque los intervalos más largos requerirían mayores dosis en bolo, lo que aumenta el riesgo de hemorragias. La administración subcutánea se repite cada 8 a 12 horas y se efectúa de preferencia en el tejido adiposo abdominal. Con la administración subcutánea, los niveles terapéuticos en el plasma se logran 1 a 2 horas después de la inyección. Si se necesita una iniciación más rápida del efecto, se puede administrar una dosis I.V. única inicial, seguida de inyecciones subcutáneas repetidas cada 8 a 12 horas. La dosis de heparina se debe determinar según los resultados de las pruebas de laboratorio apropiadas para la coagulación sanguínea, tales como el teimpo de protrombina parcial activada. Dosis recomendadas para el tratamiento y la profilaxis de las enfermedades tromboembólicas: en general, se logra un buen efecto anticoagulante con una concentración de heparina en el plasma de 1 U.I./ml. Los siguientes esquemas de dosificación pueden servir como pautas generales para cada forma de administración: infusión I.V. intermitente: 5.000 U.I. cada 4 horas, infusión I.V. continua: 25.000-30.000 U.I. por 24 horas; se recomienda el uso de una bomba de infusión. Inyección I.V. en bolo de 60 U.I./kg, seguida de infusión I.V. a una velocidad de 20 U.I./kg/h, o de administración subcutánea repetida de 12.500-15.000 U.I. cada 8 a 12 horas. Hemodiálisis: según el peso corporal del paciente, se administra una dosis inicial de 5.000 U.I. y una dosis de mantención de 1.000-2.000 U.I./h. Cirugía a corazón abierto: 300 U.I./kg durante operaciones de no más de 2 horas. Para cirugía más prolongada, se administra la mitad de esta dosis como suplemento. Por cada 450 ml de sangre para transfusión se necesitan 2.000 U.I. Tratamiento de la coagulación intravascular difusa: en general, para el tratamiento de la coagulación intravascular difusa son válidas las mismas dosis que para otras enfermedades trombóticas. Profilaxis de la trombosis venosa y la embolia pulmonar post-operatorias: 5.000 U.I. por vía subcutánea antes de la cirugía, repetida cada 8 horas durante 7 a 10 días después de la operación. Uso durante el embarazo y la lactancia: la necesidad de una terapia anticoagulante durante el embarazo debe determinarse cuidadosamente. A pesar de que la heparina no pasa a la placenta y no se esperan efectos adversos para la evolución del embarazo o la salud del feto, se debe tener cuidado al administrar heparina durante el embarazo debido al riesgo de la aparición de hemorragias. La administración de heparina es posible hasta 12 horas antes del parto. Se debe tener especial cuidado durante el parto e inmediatamente después de él, debido al riesgo de hemorragia. Puesto que la heparina no pasa a la leche materna, y además no es absorbida si se administra por vía oral, no aparecen efectos secundarios en el niño cuando se le administra heparina a la madre durante la lactancia.
Efectos Colaterales: Las hemorragias son los efectos secundarios más importantes en el tratamiento con heparina y se presentan en aproximadamente el 10% de los pacientes. Con frecuencia, las hemorragias son causadas por sobredosis o, más raramente, por trombocitopenia inducida por la heparina. Además, pueden aparecer hematomas en el sitio de la inyección o en los puntos sometidos a presión. Para evitar la sobredosis se recomienda no administrar dosis I.V. altas de una vez y limitar, por lo tanto, el intervalo entre 2 administraciones consecutivas a un máximo de 6 horas en el caso de administrar la heparina por inyecciones I.V. intermitentes. La frecuencia de las hemorragias es mayor en las mujeres de más de 60 años, por lo que se debe reducir la dosis de heparina en estas pacientes. En algunos casos puede haber trombocitopenia moderada grave en pacientes sometidos a tratamiento con heparina. Casi siempre estas trombocitopenias son reversibles al suspender la administración de heparina. Sin embargo, en algunos casos la trombocitopenia inducida por heparina puede deberse a la formación de anticuerpos a las plaquetas. En estos casos el nivel normal de plaquetas casi siempre se restaura dentro de los 10 días siguientes a la suspensión de la administración de heparina. En casos graves se puede necesitar una infusión con plaquetas. Además de los ensayos de laboratorio para controlar el efecto anticoagulante, se recomienda efectuar recuentos de trombocitos con regularidad durante el tratamiento con heparina. Se ha informado de la existencia de reacciones de hipersensibilidad después de la administración de heparina. Los síntomas más frecuentes incluyen escalofríos, fiebre, erupciones eritematosas y/o manchas de urticaria. Raramente puede haber constricción bronquial y/o reacciones anafilácticas graves y colapso. En caso de reacciones anafilácticas graves se debe aplicar una terapia apropiada, la que puede consistir en inyecciones de adrenalina (0.1-0.5 mg, según el peso corporal, por vía I.V.) y corticosteroides (por ej.: 5-10 mg de fosfato sódico de dexametasona). Otros posibles efectos secundarios de la heparina incluyen la osteoporosis después de la administración prolongada de dosis altas, la supresión de la secreción de aldosterona, la pérdida de pelo pasajera al poco tiempo de suspender la administración de heparina y la hiperlipemia como "efecto de rebote" después de suspender la administración de heparina. En casos de administración subcutánea pueden aparecer nódulos subcutáneos y, raramente, necrosis de la aponeurosis.
Contraindicaciones: Hemorragia. Diátesis hemorrágica causada por alteraciones de la coagulación o por trombocitopenia. Hipertensión arterial grave. Pérdida de sangre gastrointestinal causada por úlcera péptica, tumores, hernia al hiato o diverticulosis. Tumores malignos. Aborto inminente. Endocarditis bacteriana subaguda. Retinopatía hipertensa o diabética. Cirugía cerebral, espinal u ocular. Punción lumbar. Anestesia regional o espinal. Cateterización del estómago o del intestino delgado. Alergia. Insuficiencia hepática o renal grave. Tuberculosis activa.
Advertencias: La heparina prolonga el tiempo de protrombina. Esto debe tenerse en cuenta si la heparina se usa en combinación con otros anticoagulantes (por ej.: derivados de la cumarina). El efecto secundario más importante de la heparina es la aparición de hemorragias. El riesgo de hemorragia se puede reducir con un control cuidadoso del tratamiento por medio de exámenes de laboratorio para la coagulación, como el tiempo de cefalina-caolín o el tiempo de tromboplastina parcial activada (APTT) y, ocasionalmente, por determinación de la concentración plasmática de heparina. Se debe tener especial cuidado en caso de insuficiencia renal o hepática y durante la cirugía del hígado, los conductos biliares o la próstata. Se ha observado mayor riesgo de sangramiento como complicación a la administración de heparina en personas con nitrógeno ureico sanguíneo superior a 50 mg/dl, así como en personas que beben alcohol habitualmente en forma exagerada. Antes de cada administración de heparina se recomienda confirmar la ausencia de hemorragias como, por ejemplo, en el sitio de la cirugía o en la cavidad retroperitoneal renal, así como la ausencia de hematomas en los puntos sometidos a presión. Puesto que la heparina es de origen animal, se debe tener cuidado cuando se administra heparina a pacientes con hipersensibilidad conocida a las proteínas animales. En estos casos se recomienda administrar primero una dosis de prueba de 1.000 U.I. por vía subcutánea. Para evitar el riesgo de hemorragia, no se deben administrar fármacos por vía I.M. durante el tratamiento con heparina, pero se pueden utilizar las vías subcutáneas e I.V. para la administración de dichos fármacos. También se observa mayor riesgo de sangramiento espontáneo con la administración de heparina en personas que ingieren concomitantemente otros fármacos que interfieren en la agregación plaquetaria, como ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, fenilbutazona, etc. Medidas en caso de hemorragia inducida por la heparina: en caso de pequeñas hemorragias, la administración de heparina se puede continuar de acuerdo con la indicación para el tratamiento con heparina. En caso de hemorragia intensa, se debe suspender la administración de heparina y se puede administrar clorhidrato de protamina como antídoto. En caso de fiebre se pueden necesitar dosis más altas de heparina. También se pueden aumentar las dosis de heparina en pacientes con infarto del miocardio carcinoma o tendencia a la trombosis y en el período post-operatorio.
Interacciones Medicamentosas: Se debe tener cuidado cuando se administra heparina junto con otros fármacos que inhiben la aglutinación de plaquetas (por ej.: ácido acetilsalicílico, sulfinpirazona, dipiridamol o con fármacos que pueden causar ulceración gastrointestinal, como los corticosteroides y los inhibidores de la síntesis de prostangladina y, en especial, el ácido acetilsalicílico, la fenilbutazona, la oxifenbutazona. Efectos sobre las pruebas de laboratorio: la heparina bloquea la disminución de leucocitos eosinófilos inducida por el ACTH y los corticosteroides. Se pueden alterar las pruebas de la función tiroidea. A los pocos días del comienzo del tratamiento con heparina puede producirse un aumento reversible de las transaminasas del suero (SGOT, SGPT, GGT).
Sobredosificación: Una sobredosis de heparina provoca hemorragias. El efecto de la heparina se puede neutralizar administrando clorhidrato o sulfato de protamina, además de suspender temporalmente la administración de heparina de acuerdo a los resultados de laboratorio. Las necesidades de protamina dependen de la cantidad de heparina que haya en el cuerpo. La cantidad de protamina requerida también varía de un paciente a otro. En general, si se administra dentro de los 15 minutos siguientes a la administración de heparina, 1 mg de protamina neutraliza aproximadamente 100 U.I. de heparina. Para neutralizar la heparina administrada por vía subcutánea, se recomienda administrar 0.5 mg de protamina por cada 100 U.I. de heparina que se administró durante la última inyección subcutánea. De acuerdo con los resultados de las pruebas de coagulación posteriores a la administración inicial de protamina, se puede necesitar una repetición de la administración de heparina. Para neutralizar la heparina administrada por vía I.V., se recomienda una dosis de 1 mg de protamina por cada 100 U.I. de heparina administrada. Debido a la rápida eliminación de la heparina del plasma, se necesita administrar sólo el 50% de esta dosis cuando el intervalo entre la administración de heparina y la protamina es mayor que 1 hora, y sólo el 25% de la dosis si el intervalo es mayor que 2 horas. Puesto que la eliminación del plasma es más rápida para la protamina que para la heparina, puede ser necesario repetir la administración de protamina, de acuerdo con los resultados de las pruebas de coagulación.
Incompatibilidades: Varias soluciones para infusión pueden causar la inactivación y/o precipitación de la heparina. Por lo tanto, es preferible usar suero salino o solución de glucosa al 5% como vehículos para la infusión de heparina. No se recomienda mezclar heparina con otros fármacos en la misma jeringa o el mismo líquido de infusión debido al riesgo de formación de complejos poco solubles.
Presentaciones: Envase conteniendo 5 frascos-ampolla de 5 ml.